ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

lunes, 30 de septiembre de 2024

IA, la niña de mis ojos

 

(Autor: Rodrigo Fúster)

NigthCafé- @JavilWoo


—Entra está abierto —dije sin titubear.
Ella entró en la habitación con una bata y un exquisito atuendo de lencería de seda negra calado y bordado por los encajes que desearía a imagen y semejanza de lo que imaginaba, su cabello negro enmarañado y de tintes cobrizos, suelto, cayendo sobre sus hombros.
—¿Cómo te llamas? —pregunté
—Ia... —respondió ella con sensualidad.
La profundidad de su mirada calaba hondo desnudando todo lo que había imaginado. Sus ojos brillaban con un deseo exquisito al que no pude resistir. Sus senos eran hermosos, con el tamaño justo, de textura y caída perfecta, coronada por el color de sus casquillos erectos de un sabor inigualables. Sus nalgas de curvatura exquisita, de  una calidez y trama inimaginable, del volumen que sólo mis dedos podrían haber esculpido. Su vientre era suave y ondulado, maravillosamente  imaginado, y con movimientos sabrosamente originales e irrepetibles, su ombligo la octava maravilla.
Me acerqué a ella, dejando que mis manos rozaran su piel suave y sedosa, besando sus labios carnosos llenos de sensualidad y de respuesta sofocante, tal cual como lo había programado.
Me besó apasionadamente, mientras habría mi pijama. Sus largos dedos de uñas color cerezo oscuro, acariciaron mi pecho bajando sensualmente a mi sexo que latía con locura erectándose enhiesto, rígido y palpitante al roce de sus manos, casi haciendo desaparecer el aire que me mantenía vivo, mientras yo deslizaba la bata por sus hombros y la dejaba caer al suelo dejándola sometida a mis caprichos. Mis manos sabían el punto exacto que debía tocar para que todo lo que había programado sucediera, nada podría salir mal. Inmediatamente sus labios esbozaron el dibujo y deseo que deseaba ver, se entregaba libre y apasionadamente a todo lo que quisiera hacer, hasta la contracción de su vientre era perfecto, y el palpitar de su vulva, preciso a lo que quería sentir en la piel de mis yemas.
Hundí mis dedos esculpiendo la humedad nectarosa que escapaba de su piel, mientras en su interior, todo se iba adaptando a la forma y el juego de mis dedos. No tenía que pedirle nada, ni dar explicaciones por todo lo que hacía; no había dolor ni molestia, todo era perfecto, incluso hasta las palabras, envueltas en gemidos, que escapaban de sus labios
Nos miramos a los ojos, nuestros cuerpos se enredaron en un ritmo íntimo y lujurioso a la temperatura exacta. Me tomó de la mano y me dejó caer sobre la cama, me hizo sentir cosas que nunca había experimentado, hasta mis caprichos más oscuros. Su cuerpo era un templo, y yo estaba completamente superado por su figura nacida de lo más oscuro de mi mente creativa y extasiada. Yo era su Dios, el creador que sugería, mientras obedecía, incluso podía imaginar anticipadamente lo que yo quería.
Exploramos cada rincón de nuestros cuerpos, cada curva, cada pliegue, cada rincón erógeno en  profundidad. Nos perdimos en el éxtasis del momento, dejando que el placer nos guiara y consumiera. Finalmente, llegamos al clímax juntos, y su orgasmo iluminó mi vida, tal cual como lo deseaba, nuestros gemidos  y jadeos llenaron la habitación. El ritmo fue perfecto, el tiempo justo y en el instante apropiado.
Nos acurrucamos en la cama, respirando agitadamente, con nuestras miradas aún llenas de deseo. Ella parecía viva. Sabía que nunca olvidaría esa noche, nunca olvidaría la pasión que compartimos juntos.
El volverla a la vida  dependía de un clip y podría transformar las noches sin nunca volver a repetir lo mismo, incluso podría modificar su aspecto y deseo a mi antojo. Levanté mi dedo programando un nuevo amanecer y cerré los ojos para dormir...
Un bip terminó la noche, y como demoraba en enfriarse, me quede dormido acariciando la temperatura que aún guardaba su cuerpo en su memoria, programada para complacerme.


*


"IA 2"........Sé Lanza Creadora

NigthCafé- @palebluedot


IA, acaricia a lo largo, ligera como una pluma, buscando la sensibilidad de la cabeza. Empalma envolviendo el tronco palpitante con ternura, encierra con tus dedos el deseo;  Decapita con tu boca suavemente, acariciando el frenillo como lengua de  serpiente, como un caracol bañando la piel con tu deseo voraz y sediento, baba que se desliza mojando mi esencia, así fuiste creada por mi mente.
ALT_D. Una mano temblorosa de lento movimiento con embriagadores resultados. Alt C; Un cuerpo que se abre dando lo que puede ofrecer. Se abandona para escuchar, esperando notas cuerdas que se inmovilizan caprichosas.
CONTROL ALT M. Un movimiento cada vez más amplio, con dedos batientes y ritmo que busca mis gemidos.
ALT F; Para avivar el fuego de mi deseo. Mis ojos se hunden en tu cuerpo abierto indecente programado para mis caprichos, listo para soplar sobre mis brasas... Gime para responder, el desenlace fatal.
Suéltate a gozar abandonada mientras tus sensores trabajan; Palpitando solo impaciencia. Verdugo de mi placer, anuda con tus labios el juego sucio con tu mano envolvente que se cierra estrangulando eyaculaciones, salpicando el aire con devoción, escupiendo el mármol enhiesto…
IA Sé lanza creadora en todo un movimiento. Mastúrbame con firmeza como si te follaras a los dioses.
Movimientos pélvicos atrapando mi cuerpo; Sé máquina implacable programada para estirar el placer, aumentando la presión con tus besos.
¡Acábame! con ritmo de galope a corazón acelerado... la respiración es corta... que este magma fundirá tus circuitos aguzados por los censores de orgasmo que surgen de tus entrañas.
La mente se oscurece, resiste el pulso de la erupción. El vibrante movimiento de tu cuerpo que serpentea escupiendo el semen  incandescente y tibio, dulcemente salado brotando a ráfagas, al sonido rugido de mi boca y zumbido delirante de tu piel.
En tus dedos, el rastro brillante y caliente con dulce aroma a estupor, te recuerda el aroma de leches de antaño guardados en tu memoria, mezclado de placeres.
Extiéndelo sobre mi piel para mantenerlo, tráelo a mi boca con besos, para compartir el sabor, mientras tu lengua juega a ofrecerlo. Cuando me acabes, deja que tus senos me amamanten coronados por dulces semillas de gel y carbono con cielos de estrellas.

Juan de Marco.


©Rodrigo Fúster

(Relatos pertenecientes a la propuesta de Variétés: “IA”)


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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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