ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

Participantes y textos de la convocatoria de octubre: "Mosaico"

Campirela/ Nuria de Espinosa/ Auroratris/ Gustab/
Susana/ María/ Marifelita/ Dulce/ Chema/ Lady_P/
Tracy/ Dafne SinedieGinebra Blonde.  

domingo, 30 de junio de 2024

Verso ácora


(Autor: ©Gustab)


(Robin Isely)

 
Verso tu flor con mis labios,
verso tu caudaloso río,
verso el sabor de tus besos,
verso húmedo y profundo,
verso entre tus versos
el empalagoso río,
verso erecto de tus versos.
 
*


MIS ÁNGELES SIN ALAS
 
Me corroe la ansiedad de tenerte, y de retenerte
mil veces gastada y de rodillas frente al mástil de plata.
Mil veces probado y sentida,
sin verme con tu capucha de seda.
 
Mil marcas en el cuerpo de seda blanca
diluida en agua tu piel.
Mil garzas adornando tu vientre
posada en el pezón endurecido.
 
Mil gemidos de loba en celo.
Mil embestidas de fuego.
Mil rosas de rojos pétalos,
Mil orgasmos en tu campana.
 
El vientre una ola de espumas,
La roca de rubíes blancos.
El orgasmo sin aliento
y tus labios cerrados.
 
Mil ángeles en tu cabeza
de inexistentes alas,
Mil arcángeles en tu mirada
y un papa redimido y muerto.
 
Sólo tú y yo,
sólo embistes profundos
gemido de ahogo,
infinito surrealista.
 
Juan de Marco

*


TRIGAL ... ( OTOÑO SURREALISTA)


"...lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente. Tienes líneas de luna, caminos de manzana. Desnuda eres delgada como el trigo desnudo. Desnuda eres azul como la noche..." PABLO NERUDA.

Quiero consumir este único instante. Hoy nos avisaron a todos la muerte de un joven de 17 años que decidió quitarse la vida en el patio 5, dicen que escapó lanzándose a las vías del tranvía. Dicen que su cuerpo se deshizo como un papel. Así gastado por la vida. Y no hacía más que seguir los pasos del de 49 del patio 6.

En fin, solo somos números en el frio y triste paisaje de invierno, que no deja de entrar. Por qué decidieron marcharse así, sin fiesta de despedida, sin parientes que los vinieran a buscar, ¿por qué?

Curiosamente ambos decían ser la oveja negra de un rebaño blanco. Un rebaño sin pastor, ni perros que le ladren. Curiosamente, esos días, terminaban de caer las hojas del liquidámbar, unas ya amarillas y gastadas y otras de rojo frenesí. ¿Ellas también son suicidas?, dicen que sí, fueron abandonadas por el árbol que las vio nacer. Tan triste como la lluvia que nos amenaza con caer. Como si lloviera el cielo y mojase la alfombra roja que han dejado abandonas los árboles. Ni las pastillas los pudieron detener, su vida gastada, su corazón sin alegría. Un fin de otoño triste. Triste la familia, uno que debía ser abuelo y otro que apenas correría su 18 invierno que nunca llegó.

Las enfermeras dicen estar triste, pero ríen detrás de las paredes blancas, roídas y gastadas por la humedad de muchos inviernos y los que vendrán. No había ninguna razón aparente para nosotros, total, cada uno vive su propio invierno en este sanatorio, somos locos. No sentimos, pero pintamos de azul el cielo y de ocre el trigal... 

Trigal, donde mis manos se dilatan

Se comprimen y arrebatan

El color de tu trigal...

Trigal, ¡ay trigal!...

Dame el trigal de tus amores...

Para calmar viejos dolores...

Con el pan de tu trigal...

Con el pan de tu trigal...

Trigal, ¡ay trigal!...

Y entró por esa puerta abriendo su escote rosado, descubriendo sus senos para mis ojos, y rogando que no hubiera otro suicidio más en el oscuro hospital. Entonces se fue el frio, las hojas sirvieron de lecho cálido y tibio, puso una pastilla blanca bajo mi lengua y dejó que la bebiera oscura y mojada entre sus piernas... había paz en su mirada y en la mía... en la mía, mucha oscuridad. No los conocía, pero los sentía arrastrando sus cadenas por el corredor... ¿Por qué tomarían esa decisión?... estoy perdido en el trigal de vapor que escapa de su piel, empapado de sabores dulces con fondo agrio.

Trigo maduro hay en tu pelo

Robó quizá la luz al sol...

Yo soy el dueño de tu fruto...

Soy el molino de tu amor...

¡Ay trigal!..., dame tu surco y dame vida,

Borra mi tiempo y esta herida

Si ya es mío tu trigal...

©Gustab

(Poemas y texto pertenecientes a la propuesta de Variétés: “Surrealismo”)


3 comentarios:

  1. Esta vez Gustab, has logrado tres textos muy buenos, con ese erotismo que es muy tuyo. Un beso.

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  2. Muy intensos los tres.
    Reto conseguido!

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  3. Realmente excelentes. Versos que alzan el vuelo con tu excelsa pluma. Un abrazo

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin