(Autora:
©Campirela)
Era mi primera consulta al Psicólogo, en mi casa ya no sabían cómo calmar las pesadillas que cada noche tenía.
Las pastillas de dormir no me hacían efecto, al contrario, mi cabeza se levantaba más zumbada que de costumbre, y todo fue a raíz de hacer caso a mis amigas, de ir a esa vidente, que según ellas tenía la solución a nuestras desdichas, que dicho sea de paso tampoco eran tantas, nuestra edad no nos permitía.
Ya les dije, cuidado con estas cosas, que pueden traer consecuencias, pero nada, ellas tan felices, -que no que verás cómo salimos con soluciones para nuestros intereses-
¡Pero qué intereses, dios, si éramos adolescentes!, que si nos descuidamos casi vamos en pañales, aun así nada, allá que nos fuimos como monjitas agarraditas del brazo.
El lugar era delirante, oscuridad por todos lados, velas que olían a azufre, y esa mujer que nos atendió no me dio buena espina, su mirada no era la del tigre, más bien la del águila fuerte y penetrante.
Allí estábamos las tres M.- Micaela, Manuela y servidora, Magdalena.
Nerviosas, inquietas durante una media hora, apenas hablamos, nos mirábamos, era expectante, porque ahora, lo pienso y me pregunto ¿y por qué no pusimos conversación? En fin, que en cuanto salió el águila y nos dijo que pasáramos, allí íbamos como corderillos al matadero.
-Pasad, muchachas acomodaos cada una en una silla.
La primera impresión no fue del todo mala, mujer de mediana edad, bien vestida y con ese halo misterioso de una bruja, si se me permite la expresión.
Una vez acomodadas, la vidente sacó sus cartas del Tarot, en medio tenía una bola de cristal, en ella no se veía nada, al menos no visualicé algo que resaltar.
Cuando Manuela iba a preguntar por algo, esta le hizo un gesto con el dedo que se callara, necesitaba concentración, con sus manos puestas en la sien, y ojos cerrados allí las tres M. estábamos que nos rechinaban hasta los dientes, al cabo de unos minutos, habló el oráculo.
-Estáis aquí porque queréis saber si este curso os van a aprobar, y si el chico que os gusta a cada una, está por vosotras, pues bien, la bola me dice que...
En ese momento oímos un golpe en el techo, fue de tan envergadura que hasta la vidente dio un medio grito, susurrando se le oyó decir, "otra vez" nosotras nos agarramos de las manos, no sabíamos si salir corriendo o hacernos pis encima.
-No pasa nada, niñas, son los vecinos que a estas horas se ponen a limpiar y correr los muebles, sigamos con la sesión.
-Como os decía, todas vais a sacar un notable, y vuestros amores están por vosotras, las cartas han hablado y el oráculo también, creo que este año será definitivo para echaros el novio deseado.
Qué decir, nos miramos y una risita de nuestros labios salió.
Le pagamos y al salir otro ruido aún mayor volvimos a escuchar, pero esta vez, no os podéis imaginar, surrealista, es poco decir, tal fue el estruendo del golpe que el techo se abrió y pudimos ver cómo los vecinos de arriba trepaban por las sábanas para no caer en el habitáculo donde nos hallábamos.
No hace falta decir en qué condiciones se encontraban, pero nuestros ojos de jóvenes inexpertas nos dejó marcadas, tal era mi caso que pesadillas tenía, viendo a ese hombre en calzoncillos y la mujer, mejor ni lo digo.
Hoy, a ver qué me dice el psicólogo si aquel episodio no me quedará como un trauma o simplemente será una anécdota más de las que espero, me acompañen en el camino de mi vida.
Por cierto, en algo acertó la vidente, aprobamos el curso con un notable, de lo demás, mejor no hablar...
Surrealista fue la escena, y surrealista es este texto, espero que unas risas se hayan echado, yo así lo hice.
Gracias por llegar al final.
(Relato perteneciente
a la propuesta de Variétés: “Surrealismo”)
ajajjaaj, qué buena imagen has dejado, gracias mil Ginebra. Un besazo con todo mi afecto.
ResponderEliminarMe alegra que te guste la imagen. Le va, que ni pintáo 😅😁😉
EliminarGracias siempre a ti, preciosa Campi.
Abrazo enorme 💙
Mi Campi! Como te comenté el otro día en el Blog, tu relato es estupendo, el reto lo has bordado.
ResponderEliminarMe encanta leerte siempre,porque siempre sorprendes!
Un besazo!
Me has hecho sonreir :) que imaginación, para un relato lleno de giros
ResponderEliminaral menos la vidente en algo acertó
Besos preciosa
Jajajaja, que bueno. Al menos acertó en lo del notable. Un abrazo
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