ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

Participantes y textos de la convocatoria de octubre: "Mosaico"

Campirela/ Nuria de Espinosa/ Auroratris/ Gustab/
Susana/ María/ Marifelita/ Dulce/ Chema/ Lady_P/
Tracy/ Dafne SinedieGinebra Blonde.  

miércoles, 3 de abril de 2024

Subliminal

 

(Autora: ©Cecy)

(Artist - Giulia Valente)


Esta es la historia de una Maga, así la llamaba su madre desde niña. En su pueblo natal, vivía en una calle donde la gente en el solsticio de verano, se sentaba en la puerta de sus casas a mirar y hablar con sus vecinos. Ella junto a otros niños jugaban a infinidad de juegos: las escondidas, la pelota o simplemente a cantar y bailar canciones populares que habían aprendido por las costumbres familiares.
 
La maguita siempre se encontraba bajo la mirada atenta de su madre, quien, a su vez, además de amarla y protegerla le enseñaba estrictamente a cumplir con las normas disciplinarias y de escolarización. La incentivaba en aquellas prácticas artísticas como la pintura, piano y patín, así creció y se convirtió en La Maga que se esperaba de ella.
 
Un día se despertó y sintió muy dentro suyo que debía buscar su camino. Fue así como ante la mirada estricta que no conocía de su madre, se plantó, y aunque su incomprensión le dolió, partió sin un rumbo a otras tierras, fue un trayecto de locura, fascinación y también de miedos y contratiempos.
 
Hubo momentos confusos, le pesaba esa no aprobación de su madre y también sacaba de su interior esa luz de amor que había concebido de pequeña y se decía que todo estaría bien, siguió adelante: trabajó, estudió, se enamoró. También conoció el dolor, la perdida, la frustración. Y cómo seguir adelante en caminos de luz y sombras, hasta forjar su propia identidad.
 
Una noche, terminado un nuevo solsticio de verano, se encontró mirando su mesa de herramientas, adquiridas en toda esa vida, la miró, y también giró a ver su aprendizaje, se preguntó, ¿Quién soy? Soy todo eso que me precede. ¿A dónde voy? Donde mi sueño me lleve, así comenzó a escribir esta historia.
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Subliminal”)


1 comentario:

  1. Nos llegó tarde, pero como todo lo bueno y la magia se hace esperar. Me encantó un cuento hechicero. Un besazo Cecy.

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin