ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

Participantes y textos de la convocatoria de octubre: "Mosaico"

Campirela/ Nuria de Espinosa/ Auroratris/ Gustab/
Susana/ María/ Marifelita/ Dulce/ Chema/ Lady_P/
Tracy/ Dafne SinedieGinebra Blonde.  

domingo, 7 de julio de 2024

Un beso, de Mil Estrellas en julio, Luz y sombra

 

(Autor: ©Rodrigo Fúster)

(Tim Swallow)

"... Sus manos aún no me han soltado. Agita cancina, levemente mi sexo, para sorber y extraer las últimas gotas de mi existencia. Bajando, recoge con largos y lentos sorbos las gotas transparentes que escapan de él. Disfruta cada halo de vida, cada gemido, con delicados besos, hasta dormirlo entre sus dedos. Unos labios lo despiden para dormir la noche.

Flor lasciva, seductora, exquisita y deliciosa, con el deseo insostenible de su boca, mi excitación emergente en el sobre mágico, donde se pierde mi deseo erótico e insondable.

De su linda flor, de su linda boca, abotonada de rubíes, llena de sangre y el deseo brotando de su piel. Rodeada de delicados pétalos sedosos, sabe a dioses, bebedero y ambrosía.

Un beso de mil estrellas, mil besos untados en el más delicado aroma, de salivante néctar. Toda sensual, toda furia reprimida entre sus delicados labios.

Todo su sensual cuerpo sabe al elixir, a pudor que me fulmina. Desnuda entre sábanas, luce el jardín de esplendor vulgar, embriagante. Corona de rodeados vellos, virgen  humedal.

De esa espesa floritud, se asoma tímida, el punto de casquillo rojo escarlata, la carne mojado, de aroma nítido, profundo esplendor, excitada (excitado).

Pasión que tiembla al abrir sus piernas, abismo que me envuelve y domina. Expuesta a ser bebida por mis labios y probada por mi boca, más allá de la profundidad, y el roce de calores, como llamas mismas en el interior, de un infierno zumos, un infierno que me quema y consume.

Mi éxtasis vuela en círculos dentro de una estrella de mar, rompiendo cadenas, deseando calcinar sus labios,  al tiempo que ahoga mis palabras.

Caudal desbordado de agua, endulzando mis labios. Vulva caprichosa de perfumes, de pasiones encantadas.

De tu follaje nace el botón rosa oscuro irresistible, donde brotan tus gemidos, sus chillidos de orgasmo y silencio.

Capullo florido, erección sostenida, bebiendo a sorbos salivantes, infierno caudaloso que consume, hasta hacer hervir mi sangre, y soltar mis cremosos caudales bañando su vientre, mojando tu mente, calmando tus delirios de ser poseída en raudales".

Juan de Marco.

*


(Caroline Mackintosh)


Como si se tratara de una migración de tortugas marinas, la vi nadando desde abajo, mientras se alejaba siguiendo la corriente... Su cuerpo desnudo era magia y reflejos del agua; Su sexo libre sembrando oscuridad, y sus senos, sus senos libres cual globos, flameaban uno al lado del otro, endureciendo sus casquillos como puntas de lanza; ondeaban libres en choque juguetón hundiendo y floreciendo cual magia brujera, ondulaban y agitaban, enarbolando su belleza perfecta.

Sus nalgas movían ligeras olas alrededor de sus caderas, asomaban cada dos a tres, y sus carnes parecían lienzos de seda, suaves y blancos, enaltecidos por el turquesa de las aguas. Emergió para tomar un descanso sentada en las rocas que rodeaban el arrecife, donde los corales dibujaban el brillo de su vulva por los brillantes reflejos del sol. Emergí tras de ella, para asomar mi cabeza y hablarle...

—¿¿¿Quién eres???, ¿¿por qué me sigues?? —respondió asustada.

—Neptuno el rey de los mares y dueño de estas aguas respondí, vengo por mis sirenas a darles una razón para cantar.— Rio a carcajadas— ¿qué buscas Neptuno? te excita esta sirena perdida— en un impulso de ola, mi cuerpo fue empujado y mis pectorales se hicieron aún más atractivos.

—Qué bello cuerpo tienes, podría esculpir tus carnes con una mano, mientras la otra conoce mi lado oscuro de sirena...

La roca plana y esculpida por el mar, hizo de lecho, y ese cuerpo caribeño se entregó sin pensar, su templado estado, le había llevado a desear un capricho más, ella tenía el poder de su belleza, el servir a las sirenas y protegerles su intimidad.

Pero no cumplió con sus deberes y se entregó a los brazos de esta tortuga sirena que se dejaba seducir por el dios del olimpo esperando un heredero digno de sus propias bellezas.

Pero descubrió que todo era un cuento nueve meses después... no había un dios, ni un semidiós de resultado... el pequeño moreno de ojos verdes, terminó siendo pescador por la inocencia de su madre y un niño abandonado por el que sí debería de haber sido su padre, y aunque nunca se dio cuenta del engaño, le dio todo su amor convirtiéndolo en un gran pescador, mientras la madre guardaba un triste y frustrado silencio, y ante ese silencio, un día la dejó por una tonta operación que pedía compatibilidad para salvar la vida de su padre.

Lo que trae el mar, suele llevárselo el mismo, sin dejar rastro de su paso, pero guardando el secreto de los protagonistas quienes guardan una fotografía que algún día pudo ser la de un verano más y terminó siendo una desgraciada frustración.



©Rodrigo Fúster

(Relatos pertenecientes a la propuesta de Variétés: “Un verano de fotografía”)


4 comentarios:

  1. Toda una descripción de un momento intenso entre dos cuerpos sedientos de gozar el deseo y placer.
    Un abrazo.

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  2. Sensual momento de satisfacción. Un abrazo

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  3. Tus dos aportaciones son magistrales en sus descripciones, llenas de sensualidad y el segundo además aportando actitudes que no sólo las tienen los dioses.
    Abrazos.

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  4. Un relato erótico que nos llena de imágenes y fantasía...
    Muy hermoso!
    Un saludo

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin