(Autora:
©Auroratris)
El paso del tiempo conoce la fórmula para desentrañar el espectáculo de humo que se forma ante nosotros. No fue más que una trampa de miel, una boca sabrosa que esculpía palabras sabedoras del poder que podían provocar en la mente perfecta, mi mente, maltrecha y desencantada.
En aquél pasado, lejos de casa, creé un camino al costado de la realidad. Formulé deseos al borde de acantilados suspendidos por mi propia mentira, creyéndome víctima de un complot futurista que vendría a salvarme de la oscuridad.
Despertaba en trenes con viajes distintos, distancias que cada noche me llevaban a un deseo incierto. Hipnóticos paisajes se posaban en mi mirada ciega, famélica de un sentimiento vivo. Unas manos guiaban mi instinto, llenaban el pozo de los deseos e iluminaban el oscuro pasillo repleto de puertas cerradas a cal y canto.
El ruido de la maquinaria cesó de pronto, los motores enmudecieron dejándome en medio de un campo dispuesto a recibirme para bosquejar maneras de vida. Mi mente recobró su propia visión y el mito que abrazaba contra mi pecho se hizo agua. La humedad traspasó la coraza que durante tanto tiempo tejí con esmero.
Descendí los peldaños de aquellos trenes. Las voces me regresaron abrazándome. Me reconocía en este nuevo crecimiento, que me hizo emprender el camino.
Como todo lo que vuelve y se posa para reposar el trayecto he asegurado mis pasos a la nueva tierra. Sé que la fragilidad se apodera de mí en ciertos momentos, pero también sé que la única verdad está al frente y a ella volvemos mis circunstancias y yo, emergiendo todas las veces que sean necesarias.
(Relato perteneciente
a la propuesta de Variétés: “Mosaico”)
Mi queridísima, este relato, tan tuyo,tan especial y profundo que nos refleja toda la sensibilidad que fluye por tu alma,por ese talento que tienes para transmitir emoción.
ResponderEliminarPrecioso.
Un besazo!
Trasmitir emociones no es tan fácil y menos que lleguen al lector, tú lo haces con una sensibilidad que te caracteriza y los que te seguimos sabemos que ese es tu seño de identidad. Sensibilidad a flor de piel y un manojo de emociones.
ResponderEliminarPerfecto.
Mil besicos, mi querida Ana.