(Noches Blancas - Fiódor Dostoievski)
(Autor: ©Dulce)
Desde el último encuentro con Nastenka y tras leer su carta,
las emociones se habían removido como en aquel primer encuentro nocturno que
tuvimos. Así también, muchos sucesos sin explicación aparente se sucedían noche
tras noche, la insólita presencia de gatos negros en los jardines, la bruma constante
que se filtraba por puertas y ventanas, o ese perfume a flores que de pronto
invadía las estancias.
El descanso siempre demoraba en llegar, porque aún veía sus
ojos profundos y su tez pálida, más aún cuando recordaba su sonrisa, parecía
que el tiempo se suspendía y solo existíamos ella y yo. De alguna forma estaba
hechizado por ella y sin poder escapar, pero lejos de resultar un padecimiento,
era algo que me hacía sentir vivo aun en su distancia.
Cierta noche desperté y vi a Nastenka sobre mí mirándome
fijamente con esa dulzura tan suya, ya les hablé de su sonrisa y su mirada, y
no mentiría si dijera que me sentía levitando aunque ella estuviera realmente
sobre mi cuerpo. Vestida de negro con un vaporoso camisón traslúcido que no
lograba esconder su lívida desnudez, era una visión perfecta y a la vez
perversa que me subyugaba y ante la cual yo no quería, ni podía, oponerme.
La habitación estaba completamente oscura, pero podía verla
nítidamente moverse sobre mí, sentía el calor de sus entrañas envolverme en
tanto se retorcía cada vez más frenéticamente. Su beso era un narcótico licor.
Tanto que no sé si soñaba o estaba despierto, solo sentía que absorbía hasta lo
más hondo de mi ser y sin fuerzas me entregaba al placer que ella me daba.
Estábamos conectados, pero mis noches terminan con una mañana y Nastenka se
esfuma siempre a la luz del día.
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Finalesalternativos)
Me encantan tus registros narrativos...
ResponderEliminarPreciosa resolución del reto!
besos
Muchas gracias Lunaroja por considerarlo así.
EliminarBesos dulces.
Las cosas mejores de la vida duran poco , lo justo para saborearlas y después recordarlas. Creo que eso ocurrió con ella.
ResponderEliminarUn buen relato. Besos , Dulce.
Eso dicen, así también que de lo bueno poco, aunque eso lo discutiría ;) Gracias Campirela.
EliminarBesos dulces.
Es momento de agradecer a la anfitriona como es debido. Mi gratitud Querida Gine por el espacio y la inspiración. Ya está publicado en mi blog.
ResponderEliminarDulces besos cariñosos y dulce semana.
Gracias siempre a ti, mi querido Dulce.
EliminarUn gran placer contar con tu magnífica pluma 🙏
Bsoss y cariños, y muy feliz semana 💙