ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

martes, 31 de octubre de 2023

Las cinco semillas de naranja

 

(Las cinco semillas de naranja - Arthur Conan Doyle)
 
Elena Vizerskaya aka Kassandra

(Autor:©Chema)
 
Uno de los relatos más inquietantes del detective Sherlock Holmes es ‘las cinco semillas de naranja’. Un joven de nombre John Openshaw acude al famoso detective tras recibir una carta que contiene cinco pepitas secas de naranja, junto con este críptico mensaje: “Deje los papeles junto al reloj de sol”. La carta viene firmada con las letras KKK.
 
Sherlock Holmes identifica rápidamente las iniciales de una poderosa organización criminal americana, a la cual habían estado vinculados los antepasados del joven Openshaw, quien no tenía ningún conocimiento de ello. El detective apremia a su cliente a seguir las instrucciones de la misteriosa carta para salvar su vida, pero desgraciadamente actúa demasiado tarde y el desenlace es el peor posible.
 
Holmes decide tender una trampa a los asesinos, usando sus mismas armas: les envía una falsa carta con cinco semillas de naranja. Sin embargo, les pierde la pista, quedando este caso abierto para siempre. Una historia sin final.
 
Se me ocurre otro desenlace más desenfadado para esta historia. John Openshaw sigue las instrucciones de Sherlock Holmes, y logra que los criminales del KKK se olviden de él y le dejen en paz. Meses más tarde, al llegar el verano, el joven decide realizar un viaje para curarse del estrés postraumático que aún sufre.
 
Tras navegar en barco desde Dover (Inglaterra) hasta Santander, Openshaw toma un tren que le lleva a Madrid. Allí pasa dos días y visita algunos lugares emblemáticos como el Museo del Prado, relativamente moderno por aquel entonces. Posteriormente se embarca de nuevo en el tren, con destino a Valencia.
 
La ciudad levantina es conocida por su gran producción de naranjas, lo cual servirá para que nuestro amigo borre los malos recuerdos asociados a esta vitaminada fruta. En el hotel conoce a una chica de nombre Geneva, que es muy buena para los idiomas y domina el inglés. Geneva es amante de los gatos y le gusta practicar esgrima japonesa. Ella y el joven británico congenian como si siempre se hubieran conocido, y su historia será bastante más feliz que la que le llevó a buscar la ayuda de Sherlock Holmes.
 
Es muy posible que Geneva y John tomaran juntos una horchata. En un principio habría pensado en el ‘agua de Valencia’, pero aparte de que eso podría ser demasiado para un inglés modosito, estaríamos incurriendo en un anacronismo. En el siglo XIX aún no existía tan estimulante bebida...
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Finalesalternativos”)

1 comentario:

  1. Me gusto el enfoque, pero sobre todo este final de modosito ajajja, además no importa que en ese siglo no existiera tal estimulante bebida , eres tú quien decides el final de la historia asi , pues , porque no. Tal vez esa bebida les diera alas para comenzar un romance más subido para la época.
    Un besote .

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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