ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

martes, 31 de octubre de 2023

Alicia en el País de las Mandarinas

 

(Alicia en el País de las Maravillas - ‎Lewis Carroll)
 
Elena Vizerskaya aka Kassandra


(Autora: ©Susana)
 
     Alicia había vivido muchas aventuras en el país de las maravillas, y su corazón latía al compás de este mundo mágico. Un día, mientras exploraba los terrenos de las mandarinas gigantes, se dio cuenta de que su lugar estaba allí, donde las estaciones cambiaban en un parpadeo y los ríos fluían con chocolate.
 
    Se acostó sobre una mandarina, que era como un diván de sueños y esperanzas. Desde su posición, podía ver su antiguo hogar en la superficie, ahora reducido a un pequeño punto. Las estrellas en el cielo nocturno parecían destellos de cuentos por contar.
 
    Las mandarinas gigantes, con su piel reluciente, eran como faros de aventura. Cada una escondía secretos en su jugoso interior, como un libro por descubrir. Se hizo amiga del Sombrerero Loco, quien la acompañaba en tardes de té sin fin, compartiendo risas y chistes que resonaban como campanas de alegría en su corazón.
 
      Entonces, decidió quedarse, convirtiéndose en una especie de hada de las mandarinas, cuidando de este reino encantado. Desde su atalaya, observaba su antigua vida, donde las preocupaciones eran como pequeñas burbujas que flotaban lejos, y las sonrisas eran el lenguaje universal.
 
     "Ella y el Sombrerero Loco compartían risas y tortas de merengue en sus no cumpleaños, una tradición que llenaba de alegría sus días en aquel país."
 
     Y así, Alicia vivió felizmente en el país de las mandarinas gigantes, donde la imaginación florecía como flores de colores y los sueños se tejían en cada brisa. Porque, en este lugar mágico, la vida era un cuento que nunca terminaba, y Alicia era su protagonista eterna
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Finalesalternativos")


3 comentarios:

  1. Esta Alicia, no sé es como que la veo más mujer que a la verdadera , más aniñada. Una vuelta de tuerca que no esta anda mal. Un beso.

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  2. Acabo de descubrir esta entrada de tu blog, esta sección. sigo amándolo. Estas llena de sorpresas Ginebra Blonde. Cuanto trabajo realizado para homenajear al otro. Genia total. Abrazo enorme. Gracias. Susana

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    1. Para mí es un lujo y una ilusión hacerlo, Susana.
      Agradecida de corazón por tu bonita compañía en estos viajes de letras 🙏

      Abrazo grande 💙

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin