(Autora: ©María)
La carga emocional de Lucía era tan intensa que hasta los
sueños eran los mismos demonios que la pinchaban desarmándola hacia el delirio
de la locura.
Rebelde en sus días, nostálgica en sus noches entre la
almohada de sus sueños, y las sábanas de su delirio. No había quién detuviera
sus lágrimas mojándolo todo en una tormenta que explotaba entre las nubes de
sus sueños.
Y es que sus días eran una auténtica batalla entre la
penumbra y las sombras. Capaz de darlo todo por sacar adelante a sus pequeños hermanos
huérfanos de padre y madre. Ella y sus manos llenas de fisuras lo eran todo
para ellos.
Pero no se daba por vencida. Una rebelde innata en una vida
marcada por la pobreza pero agrandada por el amor hacia sus hermanos. Era la
vida que le había tocado vivir, y no podía caer enferma, debía seguir luchando
por ellos a pesar de la fatiga corporal, que eso no era nada en comparación con
la carga emocional que llevaba a cuestas.
Su rostro marcado por las ojeras de cansancio y ansiedad,
necesitaba descargar en las noches su inquietud y desasosiego encogida entre
las sábanas escapándose de la dura realidad de sus días. Mientras suspiraba
visualizando en su mente un futuro de tiempos mejores.
©María
La enfermedad, para ella, era una misión a superar. Y seguro que lo hace.
ResponderEliminarUn abrazo a ambas
Muchas gracias por leerme y por dejarme tus huellas, preciosa.
EliminarUn abrazo enorme.
Conmovedor, muy precioso tu sentir María, lindo relato, un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias amigo por leerme y dejar tus huellas.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
El cansancio de las responsabilidades nubla la razón en ocasiones y dobla las articulaciones, pero... el pensamiento y su poder le manda fuerza al corazón. Te felicito, María.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y muy feliz diciembre, preciosa ♥
Muchas gracias por leerme y por dejarme aquí en el precioso blog de todos los autores confeccionado por nuestra querida Ginebra, mil gracias, por tus huellas, preciosa.
EliminarBesitos con cariño y feliz tarde.
Muy bueno! Le has puesto intensidad y belleza...
ResponderEliminarMuchas gracias, mi preciosa Milena, por leerme y dejar tus huellas, en cuanto pueda, iré a leerte en estos días.
EliminarBesos enormes.
Pero qué bonitas imágenes siempre seleccionas, mi querida Ginebra, inmensas gracias por todo, eres un amor.
ResponderEliminarUn placer haber participado una vez más, y en cuanto pueda, lo publicaré en mi blog también.
Besos enormes y feliz tarde.
Feliz de que te guste. Para mí es una ilusión y un placer, mi querida amiga. Agradecida de corazón por ser y estar siempre...
EliminarBsoss y cariños, y muy feliz diciembre 💙
María cuando te leo en prosa me encanta porque tienes un potencial enorme. Cuando alguien tiene más carga el dolor también se hace emocional y duele como el físico. Un buen texto.
ResponderEliminarBesos mi querida Maria muakkk.
Mil gracias por leerme y por dejar aqui un comentario, mi querida Campirela, tengo que ir leyendo los vuestros.
EliminarBesos enormes.
Siempre de una manera u otra consigues ponerme los vellos de punta.
ResponderEliminar¡Maravilloso relato!
Besos
Muchas gracias, preciosa Musa, por leerme y por dejar aquí también un comentario en nuestro mundo de sueños, este Paraíso de Letras que ha creado nuestra querida Ginebra, con tanto cariño y esmero, lleno de magia y de creatividad, un placer tu compañía.
EliminarBesos enormes y Feliz Año 2021.