ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

Participantes y textos de la convocatoria de verano, 
julio y agosto:Un verano de fotografía”.

RodrigoFúster/ Gustab/ Campirela
Nuria de Espinosa/ Cecy/ Auroratris/
María/ Lunaroja/ Cora/ Chema
Dulce/ Lady_P/ Marifelita/ Dakota
AlmaLeonor_LP/ Patricia/ Tracy/
Ginebra Blonde.

domingo, 7 de julio de 2024

Una mala acción


(Autora: Nuria de Espinosa)


(Caroline Mackintosh)


En su desnudez, la melancolía cubría su rostro. Ni con una canción se le pasaría la murria. Era tanta su tristeza que no sentía pudor. Su larga melena cubría parte de su cuerpo desnudo, como si fuera una serpiente. Lloró su tristeza, y su soledad.

Meri tuvo que hacer de musa para un pintor reconocido porque le pagaba muy bien, y su familia necesitaba el dinero para comer, ya que su padre llevaba varios años enfermo y lo poco que ganaba su madre fregando escaleras, apenas llegaba para pagar el alquiler de la mísera vivienda donde residían.

Aquella mañana, sin embargo, entró un pajarillo por la ventana del estudio del pintor y se posó en su hombro. Se sintió feliz al ver que el pequeño pájaro picoteaba su larga melena. El pintor, Hansen, un hombre de rasgos profundos y agrio carácter, hizo ademán de echar al pobre pájaro de un pincelazo. Pero Meri se lo impidió. Exigió a Hansen que le pagase los días que llevaba posando; cogió el pájaro con delicadeza de su hombro y se marchó para no volver más. Pensó, que ya se quitaría la catarsis de su mente sobre el inhumano pintor y marchó a su casa convencida de que antes que se le terminase el dinero, encontraría un trabajo honesto, aunque fuese fregando escaleras como su madre.

¡Ahora, sí se sentía feliz, después de haber pasado el mal rato!

©Nuria deEspinosa

(Théo Gosselin)

(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Un verano de fotografía”)


9 comentarios:

  1. Parece mentira que un artista tenga tan poca sensibilidad por un pajarito.
    Seguro que le traerá ra suerte.
    Al menos libertad.
    Un besote Nuria🙋😘

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Para ser artista no tiene demasiada sensibilidad. Ella hizo bien marchándose. Un abrazo!
    lady_p

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    Respuestas
    1. Gracias Sibila, sin duda sensibilidad tenía muy poca. Un abrazo

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  4. Al describir al pintor ya nos habías dado pistas de cómo era y se sospechaba de su poca sensibilidad, así que la chica, y tú si autora, tomásteis la decisión más digna.
    Besos

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  5. Es un precioso relato! Dos personajes destinados a no poder entenderse por las sensibilidades tan opuestas.
    Precioso!
    Un abrazo

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin