(Autora: ©Nuria de spinosa)
(Tom Bagshaw)
Al anochecer, en
penumbra, Juan desciende lentamente por la escalera de acceso al jardín; su
mirada se pierde entre las gardenias, testigos mudos del amor compartido. El
tic, tac, del reloj resuena más fuerte que nunca en su mente. Le recuerda que
el tiempo es un enemigo implacable. Se sumerge en un mar de recuerdos y
pensamientos, anhelando la posibilidad de retroceder en el tiempo, de revivir
los momentos junto a su amada esposa. Se cuestiona el propósito de la vida, y
siente el peso abrumador de la muerte.
De repente, el viento
parece llevarse sus lamentos mientras algunos de los pétalos blancos de las
gardenias comienzan a caer, como lágrimas silenciosas que marcan su dolor. El
cielo, antes azul y sereno, se tiñe de gris, y una punzada quiebra su corazón,
sabedor de que el tiempo no puede retroceder, recordándole su desgarradora
realidad. Recoge los pétalos caídos, como un símbolo de la efímera etapa de la
vida compartida con la sensual y bella Clara. Se sienta y pone los pétalos sobre
su regazo. Los observa un instante. Suspira, solo desea que el amanecer dure
más allá de las limitaciones del tiempo.
(Relato perteneciente a
la propuesta de Variétés: “Tómate tu tiempo”)
Un tiempo que fue mejor y esas flores son su único recuerdo, lágrimas de tristeza y melancolía, el tiempo lo cura todo o no.
ResponderEliminarUn beso, Nuria.
Gracias Campirela, un abrazo y disculpa la tardanza, no sé porque no me dejaba entrar.
EliminarUn relato intenso que nos emociona y nos vuelve hacia la nostalgia.
ResponderEliminarPrecioso!
Un beso!
Muchas gracias Luna, me alegra que te haya gustado. Disculpa la tardanza en contestar, tenía problemas para entrar. Un abrazo
EliminarEXTRA ORDINARIO... CON VINCENTE... UN DESEO DE MUERTE PARA VOLVER A ESTAR JUNTOS. ESO LE DIJERON EL DÍA QUE SE FUE, UNA PROMESA INCUMPLIDA.
ResponderEliminarGracias Gustab, disculpa la tardanza en contestar tenía problemas para entrar. Abrazos
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