(Autora: ©Flor)
ALGUIEN A QUIEN AMAR
Desde que tengo uso de razón, siempre ha estado junto a mí, era apenas una niña de 4 o 6 años, y él ya estaba en casa, se puede decir que él siempre fue y es parte de nuestra vida. Lo que no consigo recordar es cuando llegó a nuestras vidas. Según dice mamá, fue un regalo de novios que le hizo mi padre a mi madre, antes de casarse. Estuvieron festeando de novios durante cuatro años, y por fin el 10 de octubre de 1971 se casaron.
En el año 1973 nació mi hermano, y él fue su guardián de día y de noche, y sus alegres ojos le llamaban mucho la atención a mi hermano.
Dos años más tarde nací yo, era en el año 1975, un frío día invernal, era el 25 de Diciembre, un día de mucho júbilo para mi padre y mis abuelos, y demás familia.
Él también fue mi ángel de la guarda, tanto de noche como de día, me vio como crecía, estuvo presente en mis dos operaciones a corazón abierto, mientras apenas tenía 3 que fue la primera y dos años después la segunda operación a corazón abierto, que pasaban los años y me vio en mi adolescencia, vio cumplir mis primeros 15 años*, un virus facial que me cambió media cara por completo, mi juventud, mi primer noviete, como también mi madurez. También fue testigo de cómo nos íbamos de urgencia con la ambulancia, para mi esperado trasplante de pulmón. Como una adulta de 46 años, el paso de los años por raro que parezca no cambiaron ni un ápice, su estado físico… Sí, ya sé que eso no puede ser, pero es verdad, tiene muchos años pero en apariencia física está como la primera vez, cuando se lo regaló mi padre, lo único que le pasa es que sus ojos, ya no están tan brillantes como antes, poco a poco se van apagando, pero eso no es problema, cuando volvamos a casa, pintaré sus ojos de color negro permanente con un rotulador, como solía hacer mi madre, y volverán a tener esa chispa, que tenían.
Él será uno de los primeros en venir a mi nueva casa, puesto que como ya dije, él desde que llegó a nuestras vidas, es el guardián de todos nosotros y de nuestra casa, tanto la antigua casa que teníamos en el pueblo, como la que tenemos en Benidorm, siempre que nos hemos mudado de casa, él siempre viene con nosotros, en el último viaje de la mudanza también estará.
Quiero agradecerle, que en los momentos más importantes de mi vida, siempre estuviera junto a mí y mi familia.
Estoy hablando del oso de peluche de mi madre, que ahora ha pasado a ser mío… Al señor Teddy Bear de color verde, al cual le tengo un cariño, muy especial… Y aunque no sea un ser humano, y solo sea un peluche, eso no quiere decir que no se le pueda querer o, mejor dicho, se le tenga aprecio.
Pd; En ninguna parte de la convocatoria, de mi buena amiga Ginebra Blonde, dice que el relato en el que pone “Alguien a quien querer” sea a un ser humano, o a una mascota.
Y en referencia a la pequeña estrella roja * que sale en el relato diré, que eso de mis primeros 15 años, hace referencia a que mi abuelo tenía 100 años, decía que tenía sus primeras orejas, que con los años ibas cambiando las orejas, ja, ja, ja (son bromas que él me gastaba)
(Relato perteneciente a la propuesta: "Propósitos")
La ternura personificada en este relato. Besos con cariño Flor.
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