ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

martes, 1 de septiembre de 2020

Encuentro Inesperado



(Autor: Chema)

*Médica (Un encuentro inesperado)

************

Era pleno verano, al estar mis alumnos de vacaciones, no sabía qué hacer. Entonces me enteré de que en la Fundación Jiménez Díaz impartían un taller de asertividad. Eran grupos pequeños, de tal manera que las clases se podían desarrollar con las debidas medidas de seguridad.

Me vendría muy bien, porque siempre tendía a huir de los conflictos. Y en ocasiones, después de guardarme las cosas para mí mismo durante demasiado tiempo, ‘explotaba’. La asertividad consiste en saber exponer lo que crees justo en cada momento, de manera serena y razonada.

Y en ese curso, posiblemente expondrían técnicas de asertividad más modernas y sofisticadas que en el libro ‘cuando digo no, me siento culpable’ de Manuel J Smith, que se publicó en 1975, hace cuarenta y cinco años. En los diálogos que reproducía, más que asertividad, lo que se desarrollaba era un agotamiento mental de tu oponente, a base de repetir como un disco rayado tus ideas, y darle al otro la razón como a los tontos cada vez que exponía las suyas. Yo no valgo para eso, y tiene que haber métodos mejores...

El curso se impartía en la planta de psicología del hospital Jiménez Díaz. Allí fui el primer día, y me encontré nada menos que con mi médica de cabecera. Aunque ambos llevábamos mascarillas, nos reconocimos. Le expliqué que, debido a los acontecimientos de los últimos meses, había renunciado a acudir a mis revisiones de poca importancia con ella, pero que la había echado menos. Ella admitió haber estado desbordada, pero aun así me animó a que pidiera cita antes de que se marchara de vacaciones, en la segunda semana de agosto.

Me resultó curioso que una doctora experimentada como ella, acostumbrada a tratar con pacientes a veces poco dóciles, necesitara aprender técnicas de asertividad. Además, me imagino que en los centros médicos les darán protocolos de actuación ante situaciones conflictivas. Supongo que nunca dejamos de aprender...

Cuando terminó la primera jornada del curso, le dije a mi doctora: “¿Te gustaría que tomáramos un café?”, y añadí en broma: “Si por lo que sea no quieres, ya tienes una oportunidad para practicar la asertividad diciéndome que no”. Ella me respondió riendo: “Pues me encantaría tomar ese café, así que la asertividad la dejaré para otras cosas”.


Relato perteneciente a la propuesta: "Diario De Vacaciones



4 comentarios:

  1. Fabuloso Chema, siempre nos dejas unos encuentros la mar de bonitos. Y esas clases me parecen de los más interesante. Y como siempre eres un ligon ajjaja . Beso amigo.

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  2. Interesante relato, del cual he aprendido un par de cosas muy interesantes. La asertividad no es tan fácil de poner en práctica, a veces se es tan vehemente en la defensa de nuestras opiniones que podemos caer en el riesgo de no respetar la opinión de los demás.

    El encuentro inesperado con la médico me ha gustado sobre todo la respuesta de ella, ese sí a la invitación ;)

    Besos, Chema.

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  3. Ohhh, Chema, eres un amor, y lo sabes. Me ha encantado tu relato lleno de ternura y sobre todo instructivo. Hay personas a las que es imposible negarle un café o dos. Te felicito, solete.

    Mil besitos con cariño para ti y feliz día.

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  4. Me gusto entrar en tu rincón, gracias por regalarnos un relato humano y con notas necesarias a día de hoy. Un placer.

    Saludos.

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin