(Autor: Chema)
*Médica (Un encuentro inesperado)
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Era pleno verano, al estar mis alumnos de vacaciones, no
sabía qué hacer. Entonces me enteré de que en la Fundación Jiménez Díaz
impartían un taller de asertividad. Eran grupos pequeños, de tal manera que las
clases se podían desarrollar con las debidas medidas de seguridad.
Me vendría muy bien, porque siempre tendía a huir de los
conflictos. Y en ocasiones, después de guardarme las cosas para mí mismo
durante demasiado tiempo, ‘explotaba’. La asertividad consiste en saber exponer
lo que crees justo en cada momento, de manera serena y razonada.
Y en ese curso, posiblemente expondrían técnicas de
asertividad más modernas y sofisticadas que en el libro ‘cuando digo no, me
siento culpable’ de Manuel J Smith, que se publicó en 1975, hace cuarenta y
cinco años. En los diálogos que reproducía, más que asertividad, lo que se
desarrollaba era un agotamiento mental de tu oponente, a base de repetir como
un disco rayado tus ideas, y darle al otro la razón como a los tontos cada vez
que exponía las suyas. Yo no valgo para eso, y tiene que haber métodos
mejores...
El curso se impartía en la planta de psicología del hospital
Jiménez Díaz. Allí fui el primer día, y me encontré nada menos que con mi
médica de cabecera. Aunque ambos llevábamos mascarillas, nos reconocimos. Le
expliqué que, debido a los acontecimientos de los últimos meses, había
renunciado a acudir a mis revisiones de poca importancia con ella, pero que la
había echado menos. Ella admitió haber estado desbordada, pero aun así me animó
a que pidiera cita antes de que se marchara de vacaciones, en la segunda semana
de agosto.
Me resultó curioso que una doctora experimentada como ella,
acostumbrada a tratar con pacientes a veces poco dóciles, necesitara aprender
técnicas de asertividad. Además, me imagino que en los centros médicos les
darán protocolos de actuación ante situaciones conflictivas. Supongo que nunca
dejamos de aprender...
Cuando terminó la primera jornada del curso, le dije a mi
doctora: “¿Te gustaría que tomáramos un café?”, y añadí en broma: “Si por lo
que sea no quieres, ya tienes una oportunidad para practicar la asertividad
diciéndome que no”. Ella me respondió riendo: “Pues me encantaría tomar ese
café, así que la asertividad la dejaré para otras cosas”.
Relato perteneciente a la propuesta: "Diario De Vacaciones"
Fabuloso Chema, siempre nos dejas unos encuentros la mar de bonitos. Y esas clases me parecen de los más interesante. Y como siempre eres un ligon ajjaja . Beso amigo.
ResponderEliminarInteresante relato, del cual he aprendido un par de cosas muy interesantes. La asertividad no es tan fácil de poner en práctica, a veces se es tan vehemente en la defensa de nuestras opiniones que podemos caer en el riesgo de no respetar la opinión de los demás.
ResponderEliminarEl encuentro inesperado con la médico me ha gustado sobre todo la respuesta de ella, ese sí a la invitación ;)
Besos, Chema.
Ohhh, Chema, eres un amor, y lo sabes. Me ha encantado tu relato lleno de ternura y sobre todo instructivo. Hay personas a las que es imposible negarle un café o dos. Te felicito, solete.
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti y feliz día.
Me gusto entrar en tu rincón, gracias por regalarnos un relato humano y con notas necesarias a día de hoy. Un placer.
ResponderEliminarSaludos.