(Autora: ©Cecy)
Es el aroma del café
con leche que retiene mi memoria, y lo selecciona, mientras me voy despertando;
y mis pies saben llevarme, primero al agua, que me refresca la vida, y luego me
viste de salida.
Son mis pasos, ellos
juegan con las baldosas. Me llevan a tu encuentro, recorro el día entre las diversas
sensaciones: ese viento que me revoletea de imprevisto, y se ríe, mientras, me
enredo con las hojas de los árboles que miran desde lo alto.
Esperando que caiga la
noche, me voy acercando tras la tarde distendida, con la música de tus palabras
en mis oídos, y te imagino. Navego entre las páginas que se van despeinando con
cada suspiro, y te invoca querido mío.
Y, cuando la redondez
de tu amor entra por el plateado de mi ventana, desnuda de pesares, me entrego
a la vida, con los aromas que me despiertan para siempre dormirme entre tus
sueños conmigo…
(Texto perteneciente a
la propuesta de Variétés: “Motivación”)
Maravillosa descripción de la impaciencia que envuelve los momentos anteriores a encontrarse con la persona amada.
ResponderEliminarUna bella motivación.
Qué forma más sutil y bella nos compartes con tu tierna motivación, desde ese café, hasta ese momento en que abrazas a tu ser amado en los brazos de Morfeo. Un abrazo
ResponderEliminarHay aromas que emocionan y otro nos dan esa motivación para hacer algo inusual. Un texto que anima a esa taza de café. Un besazo.
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