(Autor: ©Gustab)
Ellas decían que el problema que habían detectado los
psiquiatras en mí, es que mi corazón no se conecta con mi cabeza, que hay una
parte de mi cerebro que tiene un abismo entre un lado y otro. Y hay neurólogos
que me han pasado una y otra vez por maquinas que hacen tan transparente mi
estructura ósea, que podrían llegar a leer dentro de mí. Es decir, mi corazón
no quiere escuchar mi cerebro, y mi cerebro no logra convencer a mi corazón,
por eso que estoy aquí, por mi corazón rebelde y poco racional. Mi corazón vive
en un mundo dominado por el amor, mientras mi cerebro a pesar de esforzarse en
explicarme que estoy equivocado, no logra transmitir nada a mi corazón, y todo
lo que él me quiere decir cae en un precipicio, en un abismo en el que las
palabras nunca dejan de caer.
"Uf, mis ojos empiezan a divagar, la vida se empieza a
nublar, las voces de la enfermeras se empiezan a alejar, no, empieza el viaje
al abismo, empiezo a caer... mis alas están abiertas en el vacío... tengo que
volar. Siento la tibieza de unas manos en mi pecho, y se empiezan a mojar mis
labios, se sienten oprimidos, es un beso, estoy seguro es un beso... otra mano
baja por mi vientre, otra sube por mi pierna, las siento una viene tibia, la
otra muy fría... mi sexo empieza a despertar, pareciera que mientras mis ojos
se cierran mi sexo se endurece, siento como la sangre abandona mi cabeza y baja
por mi cuerpo para llenar mi sexo.
Estoy en sus manos nuevamente... ellas volverán a disfrutar
lo que yo olvidaré en unos instantes más, luego que todo esto termine. Hay unos
labios que me besan, puedo sentir el peso en mi vientre de un cuerpo exaltado,
me oprime, a veces, siento que pierdo la esperanza de respirar, y en mi sexo
hay humedad, esta mojado, y algo resbala en él. No es el sexo de una mujer,
esto tiene más destreza, es suave, a veces duele, algo roza y parece cortar,
siento con que extrajeran o intentaran extraer algo de ahí, la sensación es
agradable... luego algo más tibio hace que mi sexo desaparezca, emergiendo cada
unos segundos para que la boca de otra lo recoja, son dos sensaciones
exquisitas, mi corazón late con fuerza, mis gemidos se ahogan, mi vientre
tiembla en sensaciones difíciles de escribir, una mano aprieta con fuerza mi
sexo y lo agita desgarrando mis carnes, no está duro, ni tampoco blando, hay
rabia y deseo en ese gesto, luego se vuelve a hundir en la tibieza,..."
(Relato perteneciente a la propuesta: “Emociones”)
El sexo esta en ti como el agua en el mar. Un abrazo.
ResponderEliminarTremendo relato, oscuro,apasionado y sensual.
ResponderEliminarMe ha encantado!
Un saludo.
Muy original, no se me habría pasado por la imaginación esa escena , claro que tú eres tan especial...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.