ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

domingo, 31 de diciembre de 2023

Deseos

 

(Autroa: ©Cecy)

(Ginebra Siddal)
 
El dolor que experimenté mientras se desplegaban las alas, me hizo ir y volver del cielo varias veces ese día y los que vendrían después.
 
Desde muy pequeña, soñaba con ser grande, y sobre todo sabía muy bien como quería que fuera mi futuro, además de independiente. Nadie debía señalar qué y cómo hacer las cosas. De todos modos, jamás olvide las palabras de mis abuelas y mi madre. En cada decisión me preguntaba que habrían hecho ellas, o que me hubieran aconsejado, mi independencia tenía el costo de mi propia experiencia.
 
Nací con el don de la música, mi instrumento debía ser obsesivamente cuidado las veinticuatro horas del día, todos los días del año, si quería triunfar. Además de estudiar en el conservatorio de música. Brotaba desde mis entrañas una pasión incontenible cuando de cantar se trataba.
 
Interpreté en todos los escenarios del mundo las obras más aplaudidas de las óperas más famosas: “La Traviata de Aida de Verdi; La Flauta Mágica de Mozart; Madama Butterfly de Puccini; El Barbero de Sevilla de Rossini” y muchas más.
 
Amé profundamente, me divertí, tuve el mundo a mis pies. También llore con cada amor que se despedía, todos me querían bajo el escenario cargando una vida con niños, jardines y una hermosa casa llena de flores y sirvientes. Nada mal para quienes desean formar una familia, no estaba entre mis deseos, ser esposa y madre.
 
Tengo una hermosa familia de hermanos y hermanas que poblaron mi vida de sobrinos y sobrinas. Venían cada año en las fiestas, y disfrutaba unos días con todos ellos, junto al mar en un retiro aislado de todo y todos, para mi descanso. Donde vivo hoy, ya retirada de la vida pública pero jamás de la privada.
 
Agradezco infinitamente esas alas que a medida que se desplegaban, y a pesar del dolor del sacrificio, todos lo que desee, se cumplió, porque cuanto más trabajaba, más deseos se cumplían. Tengo una vejez poblada de recuerdos, una casa al lado del mar donde corretean los hijos de los hijos de la descendencia familiar. Y puedo oler las flores que cultivo cada día, y mientras cierro los ojos, concluyo que he vivido como he querido.
 
Y mi deseo en estas fiestas de diciembre para todos los seres queridos que pueblan mi cariño, es simplemente que la vida les de mucha salud para ir por sus sueños cualquiera que deseen. Porque todo lo construido con amor y dedicación, forja un camino poblado de trabajo y responsabilidad con uno mismo, en el cual se cosecha una felicidad, para compartir con aquellos que elegimos desde el corazón...
 
(Ginebra Siddal)

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo

©Cecy
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Deseos”)


4 comentarios:

  1. No hay mayor gratificación que dar felicidad a nuestros seres queridos, en este proyecto esa es su misiva.
    Un besazo Cecy me gustó un montón.
    🙋✨🤗

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  2. Una maravilla tu relato! Conmovedor y a la vez ejemplo de fuerza y talento.
    Precioso.
    Un abrazo!

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  3. Hola Ginebra, creo que tú deseo es el deseo que todos anhelamos, ojalá se cumpla. Un texto emotivo y conmovedor que nos lleva a reflexionar. Un fuerte abrazo

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    Respuestas
    1. Hola, Nuria. El texto es de Cecy 😊 Y, desde luego, estoy de acuerdo con tu sentir. Su pluma siempre llega y transmite...

      ¡Abrazo grande! 💙

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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