ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

martes, 30 de abril de 2024

Y la rana, que sea rana


(Autora: ©GinebraBlonde)

(Artist - Giulia Valente)

Bien parecían inofensivas aquellas historias en las que ella no despertaba a no ser que la besaran; en las que esperar a ese príncipe azul que le devolviera el zapato; o en las que cambiar una cola de sirena por un par de piernas. Un trasfondo, quizá subliminal, que condicionaba y propiciaba una búsqueda incansable de ese príncipe azul y encantador que les diera a las indefensas doncellas el aliento necesario para vivir. Dependientes de sus besos y cuidados, de ese trono (o jaula) de oro en donde volar como grácil pájaro hasta donde sus muros le permitiesen.   

Bonitas y cautivadoras historias, pero quizá con un mensaje nada favorable para un mundo real muy distinto y con finales, desgraciadamente, no siempre felices ni con perdices que comer. 

Y es que el subconsciente va formándose unas ideas que, la mayoría de las veces, distan mucho de lo que uno puede encontrarse en un mundo que nada tiene que ver con esas idílicas historias, aunque éstas nos sirvan para despegar los pies del suelo en determinados momentos; pero siempre siendo conscientes de que son sólo eso: un cuento. 

No quiero tener que correr a las doce porque mi carroza volverá a ser una calabaza y mi vestido unos harapos; quiero vivir, saltar, subir y bajar escaleras a cualquier hora del día, con o sin zapatos y comer la calabaza en buñuelos o en cualquier plato. No quiero permanecer dormida esperando ningún beso, quiero estar despierta y ser yo la que bese si me apetece. Y si he de cambiar mi cola de sirena por un par de piernas, hacerlo porque quiero sentir yo misma la experiencia.

Y la rana, que sea rana. Quítate de la cabeza que detrás de ella pueda haber un príncipe si la besas. Claro que no importan las apariencias, pero ya está bien con esas recompensas; si ha de haber magia, prefiero el don de tener alas, y poder volar por donde me plazca.

©Ginebra Blonde

(Mucho/as crecimos con esos fantásticos cuentos que, todo sea dicho, son cautivadores e idílicos. Y si ya lo eran en los libros, más lo fueron cuando los llevaron a la gran pantalla. Pero, sin ánimo de menospreciarlos y dado el tema de este reto, me ha parecido interesante este punto de vista.

Os dejo este enlace de Sara Palacios por si os apetece leer más sobre la interpretación de los mensajes, a veces nocivos, de esas historias:

https://graziamagazine.com/es/articles/cuentos-mensajes-nocivos-princesas/)


(Texto perteneciente a la propuesta de Variétés: “Subliminal”)


6 comentarios:

  1. Impecable la resolución de tu reto.
    Es así tal como lo escribes, los velos que nos cubren los ojos y no nos permiten ver la realidad, no solo en cuanto al amor,sino a la vida en general.
    Excelente!
    Un beso enorme y otro enorme GRACIAS! por estas maravillas.

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    1. En la vida hay que estar bien despiertos para canalizar todo cuanto hay en ella, y quedarnos con la realidad desnuda y libre...

      Muchas gracias por tu sentir, mi querida Ale 😊
      Soy yo la agradecida de que estés y seas🙏

      Bsoss y cariños enormes 💙

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  2. Yo tan bien prefiero tener alas que tener una belleza sublime jajaja. Un relato fantástico, donde la magia está en cada letra escrita. Ahora iré a visitar el enlace que nos dejas.
    Un besazo, y repito, si soy muy pesada jja, muchas gracias, Ginebra.

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    1. Con esas alas podemos alcanzar toda la belleza que hay más allá de una simple apariencia...

      De pesada nada; eres un cielo, y soy yo la que me repito ahora y te doy las gracias de corazón por todo 😊🙏

      Bsoss y cariños enormes, preciosa 💙

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  3. Es cierto que crecimos con esos cuentos y sus mensajes que entonces no percibíamos. Me gustó mucho tu relato cuyo mensaje es pura magia. Un fuerte abrazo

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    1. Esas historias condicionaron mucho a las niñas, y no para bien, precisamente.

      Muchas gracias por tu sentir, querida Nuria 🙏
      Siempre un placer tu bonita compañía.

      Abrazos y cariños enormes 💙

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin