Dana y Samhain

 

(Autora: ©Marifelita)

(Rusty McDonald)

Percibo que el ciclo se repite y mi tiempo se acaba de nuevo. Vengo de una estirpe de dioses de luz y vida. Me llaman la diosa del verano, aunque en realidad mi nombre es Dana. Los humanos me invocan durante todo el año quemando laurel y olorosas flores y me hacen curiosas peticiones y ofrendas para que cuide de ellos y para que sus cosechas sean buenas y abundantes.

 

Mi pelo, que empieza siendo al principio de la estación como finas hebras doradas, se va tornando una poblada melena rojiza como el fuego, hasta que acaba convirtiéndose en oscuros mechones del color de las castañas. Los fuertes vientos anuncian la llegada del invierno y finalmente como hojas secas nos hacen desaparecer.

 

Ya noto tu presencia, Samhain. Vuelvo a sentirme débil, como si me desvaneciera. Los mortales ya preparan sus grandes fogatas en los bosques y en lo alto de las colinas, para recibirte esta noche y celebrar tu llegada. Entre danzas alrededor del fuego y vestidos con sus mejores galas y grotescas máscaras, quemarán todo lo malo que está por venir y te darán la bienvenida pidiéndote que seas bondadoso con ellos el próximo invierno.

 

Protégelos de los malos espíritus, del gélido aire que entra en sus pulmones y les causa dolorosas enfermedades y de las temibles tempestades que arruinan sus campos y sus hogares. No los defraudes. Creen en la magia del fuego y el sol, pero también respetan el poder del frío, la decadencia del invierno y temen al Señor de la oscuridad y de la muerte.

 

Mi ciclo ya se acaba pero solo me marcho por una temporada. Espero que a mi regreso hayas cuidado bien de mis campos y que no hayas sido demasiado cruel con mis gentes, quiero verlos a todos de nuevo a mi vuelta. No seas malvado con ellos, han trabajado duro todo el año en sus tierras, ahora merecen descansar y recuperar fuerzas para la siguiente cosecha.

 

— Soy Samhain, Señor de la muerte y conmigo llega el fin del verano. Algunos humanos me temen, pero también me respetan. Ha llegado el momento como cada ciclo, de abrir el muro que separa el mundo de los vivos con el de los espíritus y enfrentarse con valentía y sin miedo a la muerte. Quienes creen en mí no tienen nada que temer, si me muestran sus ofrendas y cuidan de mí durante el oscuro y frío invierno, yo les recompensaré dejándoles ver una nueva y calurosa estación.

 

©Marifelita

 

(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Samhain”)