ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

sábado, 30 de septiembre de 2023

La luna estaba allí

 

(Autora: ©Tracy)

(Waldemar Strempler)

 
Era bella, de piel nacarada y de una mirada tan inocente que ella misma se asustaba al mirarse al espejo porque veía que sus pensamientos no concordaban con su mirada, eran tan negros como cuervos de mal agüero, a los que incluso veía en el espejo cuando se contemplaba detenidamente.
Estaba obsesionada hasta el punto que consultó con una profesional, la prefería de su mismo sexo porque pensaba que sería más fácil, que la entendiera.
Lo pensó y lo hizo.
La Doctora después de estudiar su caso durante algunas sesiones, le comentó:
 
—Las fases lunares influyen mucho, tú eres joven, sal con gente de tu edad, relaciónate, viaja, no tienes problemas de salud, ni económicos...
 
—Me cuesta mucho relacionarme y mostrarme tal cual soy con personas de mi edad, por miedo a lo que piensen de mí, tú ya me conoces ¿no querrías salir conmigo?
 
—!!! ???
 
—Así tendrías la oportunidad de estudiarme a fondo, eres un poco mayor que yo y estás casada... No te crearé problemas seré tu caso clínico a estudiar.
 
La Doctora la miró a los ojos y realmente vio que no concordaban su mirada con sus pensamientos.
 
Aceptó el reto atrayente que se le estaba proponiendo.
 
El tiempo fue transcurriendo y la relación médica-paciente, fue transformándose en algo más íntimo, habían llegado a formar una pareja bien avenida, sin dar pábulo a comentarios.
 
Poco a poco al llegar la Luna Llena, aquellos pajarracos se le fueron convirtiendo en aves preciosas de mil colores por lo que decidió terminar la terapia.
 
Al decírselo a la Doctora, se quedó petrificada. Por respuesta la cogió de la mano y la llevó ante el espejo de la consulta y le dijo:
 
—¿Qué voy a hacer?  He deshecho mi pareja por estar contigo. Mírame en el espejo ¿no ves que ahora tus pajarracos negros se han venido conmigo?
 
—Te diré lo mismo que tú me dijiste a mí: Las fases lunares influyen mucho, aún eres joven, sal con gente de tu edad, viaja, no tienes problemas económicos, ni de salud, porque eres médica.
 
 
Y colorín colorado
 
Este dislate
 
Se ha terminado
 
Con una moraleja,
 
Seguro que la has captado.

 
(Relato perteneciente a la propuesta de
Variétés: “Collage”)


2 comentarios:

  1. Una muy buena moraleja, a veces dejamos lo estable por la aventura hasta que esta se cansa y nos deja a nosotros, y entonces , no tenemos nada , pajarracos en la cabeza.
    Muy bueno Tracy , me gusto y me sigue gustando.
    Un besote.

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  2. Qué fuerte, lo que la protagonista soltó lo tomó la doctora, es una historia muy ingeniosa y con moraleja, sí.

    Besos!!

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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