(Autora: ©María)
(Brooke
Shaden/Laura Makabresku)
Mi piel está huérfana de caricias,
y se nutre de la soledad en la noche,
y se hidrata de nostalgia en el
recuerdo.
Mi cuerpo siente vértigo sin tu
predicado,
y sangran los poros al recordar tu
tacto,
proclamando tu presencia.
Se resquebrajan los sentidos,
se ahorca la razón,
se envenena la emoción.
Y sigo divagando desorientada en el
presente,
masturbando los sueños,
fornicando el pasado.
Se convulsionan las palabras,
tiemblan las manos,
fluye la sangre.
*
Y me liberas de la cárcel del pasado,
para regresar al jardín de mis días.
Y tus caricias fulminantes me fustigan,
y mis labios desbordados se dilatan
en este encuentro fructífero.
Y siento que tu verbo entra y sale,
sale y entra con energía,
embistiéndome de placer.
Y mis gemidos revientan,
vibrando en esta presente locura.
©María
(Poemas pertenecientes a la propuesta
de Variétés: “Lucha interna/Liberación”)
El amor, pero sobre todo el cariño es el que nos mueve hacer que nuestra vida sea más emocionante.
ResponderEliminarEmotivos versos los tuyos, María.
Besos, linda.
Así es, como bien lo has dicho, mi querida Campirela, muchas gracias por siempre estar.
EliminarY gracias a nuestra querida Ginebra, por permitirnos volar de esta manera, y no solo eso, sino enriquecernos con sus proyectos.
Besos enormes a ambas.