ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

viernes, 30 de junio de 2023

Símbolo

 

(Autor: ©Chema)

(Vladimir Fedotko)


Una de las novelas que más veces he releído es Momo, del escritor alemán Michael Ende. Me la regalaron en el verano de 8º de EGB. Como suele ocurrir con las cosas que descubrimos en nuestra infancia o adolescencia, me la sé casi de memoria...
 
La historia interminable, la otra novela famosa de Michael Ende, la descubrí en otra etapa más tardía de mi vida. Por ese motivo, y también porque es más larga y más compleja que Momo, no la tengo tan interiorizada en mi memoria. Cada vez que la releo descubro cosas nuevas en las que antes no me había fijado...
 
A pesar de ello, la historia interminable no deja de ser especial para mí. La leí por primera vez en una época en la que tenía un trabajo de 7:30 a 15:30 en un pueblo muy lejano y mal comunicado. Y en realidad el horario y el desplazamiento eran lo de menos, el trabajo era duro por otros motivos... El caso es que por la tarde practicaba yoga, para relajarme.
 
La novela que nos ocupa me la compré en una librería cercana al centro de yoga. El símbolo de las dos serpientes me resultaba místico, y no habría desentonado entre los motivos decorativos de la academia. Es como un símbolo de la suerte, un tótem.
 
La música que sonaba al principio de las clases de yoga me trasladaba al mundo de fantasía de la historia interminable. Me daba la sensación de estar viviendo dos vidas, la real por las mañanas y la fantástica por las tardes. Algo parecido a cuando el protagonista, Bastian, se refugiaba en el desván de su colegio para leer el maravilloso libro sustraído de la librería del señor Koreander.
 
La historia interminable está llena de personajes entrañables. No sólo Bastian y el librero gruñón, sino también Atreyu, el dragón alado Fújur, y por supuesto la Emperatriz Infantil, reina de Fantasía.
 
Sé que Ginebra es la Emperatriz Infantil, pero ella no debe preocuparse: su secreto está a salvo conmigo.
 
 
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Tótem”)

4 comentarios:

  1. Hay libros que nos marcan de por vida, y en ellos nos vemos un poco reflejados.
    Un besote.

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  2. Fantástica y original aportación !!
    Me encanta el final y estoy totalmente de acuerdo, Ginebra es la Emperatriz Infantil ; )))

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  3. La imaginación ha construido prácticamente todo lo que conocemos, imaginación aplicada=conocimiento ji,ji me he puesto un tanto matemática en tu honor.
    Me ha encantado tu entrada, ya lo sabes porque ya te lo he comentado en tu blog.
    Muchos besos Chema!!

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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