(Autor: ©Chema)
Una de las novelas que más veces he releído es Momo, del
escritor alemán Michael Ende. Me la regalaron en el verano de 8º de EGB. Como
suele ocurrir con las cosas que descubrimos en nuestra infancia o adolescencia,
me la sé casi de memoria...
La historia interminable, la otra novela famosa de Michael
Ende, la descubrí en otra etapa más tardía de mi vida. Por ese motivo, y
también porque es más larga y más compleja que Momo, no la tengo tan
interiorizada en mi memoria. Cada vez que la releo descubro cosas nuevas en las
que antes no me había fijado...
A pesar de ello, la historia interminable no deja de ser
especial para mí. La leí por primera vez en una época en la que tenía un
trabajo de 7:30 a 15:30 en un pueblo muy lejano y mal comunicado. Y en realidad
el horario y el desplazamiento eran lo de menos, el trabajo era duro por otros
motivos... El caso es que por la tarde practicaba yoga, para relajarme.
La novela que nos ocupa me la compré en una librería cercana
al centro de yoga. El símbolo de las dos serpientes me resultaba místico, y no
habría desentonado entre los motivos decorativos de la academia. Es como un
símbolo de la suerte, un tótem.
La música que sonaba al principio de las clases de yoga me
trasladaba al mundo de fantasía de la historia interminable. Me daba la
sensación de estar viviendo dos vidas, la real por las mañanas y la fantástica
por las tardes. Algo parecido a cuando el protagonista, Bastian, se refugiaba
en el desván de su colegio para leer el maravilloso libro sustraído de la librería
del señor Koreander.
La historia interminable está llena de personajes
entrañables. No sólo Bastian y el librero gruñón, sino también Atreyu, el
dragón alado Fújur, y por supuesto la Emperatriz Infantil, reina de Fantasía.
Sé que Ginebra es la Emperatriz Infantil, pero ella no debe
preocuparse: su secreto está a salvo conmigo.
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Tótem”)
Hay libros que nos marcan de por vida, y en ellos nos vemos un poco reflejados.
ResponderEliminarUn besote.
Fantástica y original aportación !!
ResponderEliminarMe encanta el final y estoy totalmente de acuerdo, Ginebra es la Emperatriz Infantil ; )))
Muy bonito!
ResponderEliminarLa imaginación ha construido prácticamente todo lo que conocemos, imaginación aplicada=conocimiento ji,ji me he puesto un tanto matemática en tu honor.
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada, ya lo sabes porque ya te lo he comentado en tu blog.
Muchos besos Chema!!