RamoDeAdicciones

 

(Autora: ©Auroratris)

Soy adicta, lo confieso. Me engancho a la adicción placentera en cero coma segundos. Me siento como en una prisión y cada barrote que rozo es un delicioso camino hacia el gozo y el disfrute. Mi opinión en lo que se refiere al placer es que hay que emplear todos los sentidos, y eso es precisamente lo que evoco cuando la fantasía que me envuelve me hace ser libre como un pájaro. Mi adicción a los sueños, caminar por sobre las nubes como una eterna nefelibata, o como esos gatos que tanto adoro. El hipnótico movimiento felino me lleva a pensar que yo misma lo fui en algún tiempo, mirada entrecerrada, instinto despierto, sabedora del mejor placer para cazarlo y hacerlo muy mío.

 

Soy adicta, no me arrepiento. La vida está hecha de pequeños placeres. Por ejemplo, cuando te leo en esa lectura que me hace ser la protagonista de mil aventuras. De amar con riesgo o sin él, pelear por tener la mejor compañía para un café, o dos. Ya ves, estoy hecha un ramo de adicciones, hasta amo el café y un beso de cuento, no, de cuento no, de los de verdad, de los que nos damos tú y yo.

 

Estamos hechos de adicciones. Yo no las llamo perversas, más bien provocadoras, son como dulces que se dejan paladear en un atardecer frente al mar. El mar que una vez inventamos.

 

Somos Narcisos y Amapolas adormecidos en los brazos del placer.

 

©Auroratris

La vida está hecha de pequeños placeres (Paulo Cohelo)

 

Mi opinión en lo que se refiere al placer es que hay que emplear todos los sentidos (Marqués de Sade)

(Texto perteneciente a la propuesta de Variétés: "Dulces adicciones¿?")