(Autora: ©Tracy)
Mosaico:
Secuencia: "La librería" Isabel Coixet
De pequeña
se había criado con su abuela viviendo en una época que no le correspondía. Se
pasaba el día leyendo con su melena rojiza suelta, siempre que su abuela no
estuviera rápida en recogérsela, sentada
en aquellos grandes sillones del gabinete familiar en los que no le llegaban
los pies al suelo, lo que le permitía volar con facilidad, a la vez que
arropada entre sus mullidos cojines,
refugiaba su alma en la lectura donde la soledad no existía para ella.
Así fue
creciendo y al llegar la adolescencia su refugio era la
biblioteca, sancta sanctorum de
su abuela y de ella misma, donde sigilosamente se encerraba para vivir en
primera persona las historias de amor que leía, su única concesión era dejarse
suelto el pelo, como hacía Florence Green, la protagonista de "La
Librería" cuando se soltaba la melena al leer cómodamente en su casa el
libro de "Lolita", despegándose del estilo recatado que adoptaba en el transcurso de su vida diaria.
La biblioteca
era su lugar preferido, en él se encerraba porque además de leer, le gustaba curiosear entre
las estanterías repletas de recuerdos de otra época, lupas de diferentes
tamaños, llaves expuestas ante la vista pero que deberían guardar importantes
secretos, libros escritos en diferentes idiomas... pero ni una sola fotografía
para no hacer entristecer a la abuela.
Era en esos
momentos cuando parecía que, aquel reloj que colgaba de la pared, enmudecía su
tic tac y detenía el tiempo invitándola a acariciar los volúmenes que
descansaban cubiertos de polvo en las estanterías, como si en mucho tiempo
nadie los hubiese tocado.
De nuevo
venía a su memoria otra escena de la película "La Librería" donde
aparecía Mr. Edmund Brundish rodeado de
libros por todas partes, llenos de vida porque aquel lector empedernido los
dotaba de alma al tocarlos, ojearlos y hojearlos, consultarlos, anotar citas...
Se prometía a sí misma que todos aquellos volúmenes recobrarían vida, si alguna
vez su abuela se los dejara, al fin y al cabo era su única heredera.
Estando en
estas elucubraciones su vista fue a
posarse en un paquete de folios manuscritos que llamó su atención y aumentó su
curiosidad por leerlos, pero prefirió esperar a otro momento, en el que
estuviera más relajada, porque enseguida su abuela la llamaría para cenar.
Cogió el
paquete y lo llevó a su dormitorio.
La lectura
la mantuvo ocupada durante algún tiempo, además de leer, tuvo que digerir lo
que estaba leyendo y tuvo que asistir a la ceremonia de convertir su adolescencia
en madurez a golpe de páginas
manuscritas hacía tiempo por su abuelo, fallecido cuando ella era una niña.
Ahora
comprendía la respuesta que siempre daba la abuela a sus preguntas:
- Tus padres
murieron en un viaje de vacaciones. Nunca volvieron.
Aquí tenía
su historia y el porqué de esa obsesión de su abuela con que no se soltara su
precioso cabello rojizo. Su abuela veía en él,
al hombre que hizo que su madre se alejara de la casa familiar e incluso
que fuera capaz de dejarla con los abuelos y se fuera tras él.
Pero esa es
otra historia que contaría ella porque sólo a ella le correspondía contarla,
desde el amor a su padre y desde la comprensión a su madre en una frase que el
abuelo ponía en su boca una y otra vez en aquellos folios manuscritos:
"Hay
que seguir al corazón, aunque tengamos al mundo en contra"
(Relato perteneciente a la propuesta: "Secuencias")
Un abuelo con grandes dosis de comprensión y ternura que reveló sin pretenderlo a la nieta el secreto familiar, haciendo que ésta se reconciliara con la realidad.
ResponderEliminarMuy bonito. Todo el ambiente de la niña entre niños está tan bien recreado... se palpa, se siente esa admiración (tuya) hacia la literatura y las cosas antiguas.
Felicidades :)
Un abrazo
La verdad es que todo lo que sea ambiente de libros y de historia familiar me gusta y me interesa, por eso escogí esa secuencia y no otra, aunque todas eran interesantes.
EliminarBesos
Es tierno y belleza singular, una biblioteca es el lugar perfecto para pasar horas y poder descubrir quien eres en realidad. Así fue como con ayuda de su abuelo pudo lograr saber quién era ella. Un besote y feliz semana.
ResponderEliminarGracias por venir también aquí, a dejarme tu comentario.
EliminarUn abrazo fuerte.
ohh te comenté este texto en tu blog,y al releerlo vuelvo a emocionarme!
ResponderEliminarprecioso!
Gracias Lunita por tus visitas y tus palabras.
EliminarUn beso grande y doble.
Te dejé comentario ayer en tu casa así que para no repetirme, simplemente, te dejo un abrazo inmenso y muchos besos.
ResponderEliminarpreciosa ambientacion, la descripción el paso del tiempo yel motivo de su situación, que en esta caso es feliz, pero no siempre las circunstancias son tan propicias
Eliminarun gusto leerte
Besosss, tracy
Gracias por tus visitas y muchos besos.
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