(Autor: ©Chema)
Mosaico:
Secuencia: "Los pájaros" Alfred Hitchcock
La conocí en
un taller de inteligencia emocional. Era pelirroja, blanca de piel y con un
rostro indescifrable. Un día, a la salida de clase, me pidió que la acompañara
a su casa. Al parecer había recibido en herencia un escritorio que perteneció a
su abuela, dentro del cual había unos documentos que podían explicar muchas
cosas del pasado de su familia. Quería que yo la acompañara, tal vez para
pedirme alguna opinión, o para sentirse más arropada, a saber...
Mi amiga
vivía en una casa antigua, en el barrio de las Acacias. Abrió la puerta y
pasamos al salón. El escritorio era lo que toda la vida se ha llamado un
‘bureau’ (pronunciado como buró), aunque esa palabra hoy día se usa más como
sinónimo de organización o institución. Sacó de uno de los cajones un taco de
papeles amarillentos atados con unas cuerdas.
Miró la hora
en un reloj antiguo que tenía en la pared del salón. Me preguntó hasta cuándo
podía quedarme, y yo le dije que no había prisa, que esa tarde no tenía nada
especial que hacer. Se puso a examinar los documentos, y en un momento dado
sacó una lupa para leerlos mejor, pues la letra debía ser demasiado pequeña.
Era
primavera y ya hacía buen tiempo. Se desató los cordones de los zapatos y se
los quitó, para estar más cómoda. Continuó estudiando los papeles, y vio que
había unas citas literarias que, según me dijo, le sonaban de haberlas leído en
alguno de sus libros. Se acercó a su estantería, y tras pensar un rato, sacó un
libro titulado ‘la pista de la marioneta bailarina’. Estuvo pasando páginas
durante unos instantes, hasta que encontró la frase que aparecía en los
documentos: “la mejor manera de perder a un chico es perseguirle”. Ella soltó
una risita, y yo la secundé. La sociedad ha cambiado un poco en los últimos
años, y ahora está aceptado que la chica tome la iniciativa. Mejor así, porque
si eres chico y eres tímido, lo llevas crudo...
En esos
papeles antiguos había muchas citas y frases crípticas, que a saber lo que
quería expresar con ellas la abuela de mi amiga o quien las hubiera escrito.
Cansada, los dejó a un lado, y se puso a mirar lo que había en los cajones del
buró. Encontró un montón de llaves antiguas, de diferentes tamaños. “Una de
ellas será la llave del corazón de alguien”, dije yo en broma. Ella me miró con
una sonrisa ladeada y me respondió: “No lo dudes”.
Consultó de
nuevo la hora en su reloj. Fue desabrochando los botones de su blusa, se la
quitó y se puso en su lugar una camiseta de casa que tenía cerca. Y se quitó
los calcetines, dejando al descubierto sus blancos pies, con las uñas al
natural, sin pintar, que es como más bonitas lucen. Me propuso quedarme con
ella a merendar un té con pastas. Yo exclamé: “¡Genial, así charlamos y nos
conocemos mejor!”, a lo que ella respondió: “En realidad soy un libro
abierto... o quizá cerrado”.
Me quedé
haciendo memoria, hasta que caí: “¡Eso lo decía la maestra que salía en la
película ‘los pájaros’ de Hitchcock!”. Puso su sonrisa ladeada y me guiñó el
ojo, y a continuación encendió una vela en la mesa donde íbamos a merendar. La
tarde-noche prometía...
Muy bueno Chema, te quedaste en lo mejor ajjaja,. Hemos elegido la misma película y eso me gusta porque que diferentes tintes le hemos dado. Un fuerte abrazo y besote amigo.
ResponderEliminarChema, me gusta mucho cómo detallas la estancia y describes a los personajes. Eres único, y esa frase no la recordaba, pero sí... ahora ya no se me olvida. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti, Solete.
Chema, vengo de tu casa y te dejo un beso, volado, por eso de los pájaros :-)
ResponderEliminarCuídate.
muy sensual la escena del streepteasedetobillosparaabajo, y sobre todo muy visual y bien ambientado. se respira el aroma a viejo y la juventud invadiendo lo. e los colores ocres
ResponderEliminarsaludossd
Chema ya te comenté en tuu blog, así es que no me repito y sólo te dejo un besote.
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