ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

jueves, 31 de diciembre de 2020

Renacer


(Autora: ©Magade Qamar)

Observé el sombrero de plumas de pavo y piedras azules sobre el secreter, junto a los libros apilados y los enseres de escritura. Los papeles estaban como húmedos y tenían un toque agrisado. Levanté la vista hacia la balconada. Tras los cuarterones helados, como si fueran el marco de una estampa navideña, la campiña bañada por el rocío de la madrugada y que el sol ni siquiera acariciaría.
Mis pasos se arrastraban pesados como el bajo de mi vestido sobre los tableros del suelo. El fuego chisporroteaba en la chimenea. Me permití el silencio mientras mis dedos paseaban ligeros sobre las teclas del piano. Un golpe seco en una de ellas llegó a sobresaltarme y devolverme a la realidad.
La realidad de esos momentos que no siempre son sinceros, donde nos ponemos esas máscaras transparentes que dibujan sonrisas que no siempre se sienten, a los regalos buscados por obligación y sin deseo, a los manjares de no hambrientos que irrumpen sin atino sobre la mesa...
Tomé la llave que escondía en mi vestido y abrí el cajón que se ocultaba tras uno de aquellos otros. Ahí guardaba pocos secretos pero sí la joya que nunca me había pertenecido pero sentía que era mía, por derecho. Esa noche la luciría aunque se despertara la tormenta. Tenía derecho a ser feliz, a disfrutar de la vida, a percibir en mí la serenidad de quien soy, a contemplar en el rostro de los demás lo que siempre había escondido en el mío, a brindar a copa alzada por las esperanzas interpuestas, por las ilusiones postergadas, por los deseos no realizados, por los sueños perdidos... Por mí que, cansada de caminar con zapatos prietos, caminaría descalza por los nuevos senderos de la vida donde yo, no dudaré, en tomar las riendas de mi Renacer.
 

Relato perteneciente a la propuesta: "El Árbol De Los Deseos"


3 comentarios:

  1. Que lindo texto , sabes me has transportado a esa época donde los secretos en las familias estaban a la orden del día, y que bien nos llevas. Me gusto ese andar descalza y empezar a ser ella misma. Gracias Mag muy lindo. Y ahora mi bella amiga Feliz Año, con todo mi cariño un besazo.

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  2. Y ese es el mejor deseo, el de sentir la libertad del paso y el aire cimbrando los pulmones para poder SER. Maravilloso, mi querida Mag. TE felicito.

    Mil besitos con mucho cariño y muy FElizAñoNuevo ♥

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  3. Un texto precioso! Ese mundo de secretos que se ocultan y el precio que conllevan! Me ha encantado!
    UN besazo Mag!

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin