(Autora: Ginebra Blonde)
Y despeñé
miles de horas, de rabia y de odio, en ese abismo donde mortificarme, siendo
consciente de que él moriría conmigo…
Desaproveché
los amaneceres aun deletreando en mis cristales, S.O.S, y sumiéndome en esos
otros mundos donde el cielo siempre me abrazase…
Amortigüé
los golpes con estas mis alas quebradas
vestidas de llagas… Y me rendí a mi propio epitafio; a mi propia losa
sabiendo que jamás se irían aquellas malditas sombras; esos dedos afilados de
largas uñas que cual humo espeso se enredaban en mi cuello…
Y hubiese gritado y arañado al fantasma sin
rostro. Hubiese arrancado de mi corazón cada recuerdo que me taladraba, que me
asfixiaba…; pero entonces vi su cara…
—¿No te irás jamás, verdad? —le pregunté…
—¿Acaso el sol se apaga…?
—Nada tienes que ver tú con el sol; eres
oscuro…
—¿Oscuro? ¿Cómo lo sabes?
—Eres un fantasma, ¿no?
—Soy lo que tú quieres que sea; soy tú,
aunque no lo creas… ¿Cómo me voy a marchar?
—Si eres yo, ¿por qué me causas dolor?
—¿Ahora te duele?
—No…
—Yo no soy quien te dañó… Solo soy tu
pensamiento. Tú eres la que me retiene entre las sombras. Tú la que me
martirizas trayéndome contigo una y otra vez… Aquello ocurrió y pereció en el
mismo instante acontecido. Solo tú lo mantienes latente…
—Entonces, ¿puedo matarlo?, ¿acabar con él
para siempre?
—Sigues sin entenderlo… No puede morir lo que
no existe, y yo… soy parte de ti, tampoco puedes acabar conmigo, pero…
—¿Pero?
—Podemos reconciliarnos, como lo estamos
haciendo ahora; tendrás que acostumbrarte a mí, tendrás que cejar en tu lucha
que no te lleva a ningún lado, y, sencillamente, convivir conmigo, o sea,
contigo.
—¿Con un fantasma?
—El fantasma de tus recuerdos; tienes muchos…
¿qué te parece si recuerdas algo hermoso? Algo que nos haga reír, ¿te apetece?
—Podría… Podría recordar…
Y lo hice… Comencé a recordar todas esas
cosas que quedaban solapadas por aquel de tétrico rostro, o lo que es lo mismo,
por aquello que yo no dejaba marchar… Mi fantasma nada tenía que ver con él;
como bien me dijo, el pasado deja de existir en el mismo instante que se
producen los actos, y su recuerdo, no debe doler…
Ya apenas
venía, y cuando lo hacía, lo miraba en la distancia, e incluso con lástima, pues
sentía que se iba desvaneciendo... Sabía que, poco a poco, dejaría de ver ese agridulce
gesto que consiguió dibujar una sonrisa en el mío…
Pero me
acostumbré a él… Una vez más tenía razón… Seguía viniendo porque el pasado y
los recuerdos viven dentro de mí, son la esencia, las raíces y el motivo de lo
que soy ahora; pero ahora… mando yo; y él, es mi fiel amigo.
Creo ya te dije y sino te lo digo ahora. Me gusta tu relato. Los fantasmas solemos crearlos nosotros mismos con nuestra mente, en forma muchas veces de recuerdos. Así también somos los creadores de muchos de nuestros miedos. Es nuestro propio cerebro el que juega con nosotros.
ResponderEliminarGenial, querida Gin. Y gracias por estas iniciativas :)
Besos.
Así es... El miedo siempre podemos, y debemos, canalizarlo a través de nuestra mente. En este caso, los fantasmas eran ese recuerdo que, por sí solo, ya no debe causar ningún daño, porque solo es un recuerdo, y no el hecho en cuestión. Por lo tanto, solo queda conciliarse con ellos y despojarse de ese peso.
EliminarGracias a ti por tu sentir, preciosa Livy. Y siempre un placer tu compañía en estos viajes de letras...
Abrazos enormes, y muy feliz semana 💙
Mi niña... Llega ese momento en el que tenemos la confianza y la madurez para comprender que la vida no es de una sola Alma habitando en nosotras. Conciliación. Me encantó y me encanta, mi querida Gine.
ResponderEliminarMil besitos con todo mi cariño y feliz día ❤️
Que bonito lo has dicho, mi preciosa Ana... "la vida no es de una sola Alma habitando en nosotras"...
EliminarY a mí me encanta este bello latido que me dejas y me abraza... Mil gracias...
Bsoss y cariños enormes, y muy feliz semana 💙
Bueno llegue al final, y he leido de todo y todo genial. CAda relato tiene su misterio y su orden. Ginebra gracias mil por todo lo que nos das. Y los fantasmas todos los tenemos algunos hasta nos ayudan a seguir con ilusión en este mundo terrenal. Besos desde dentro de mi corazón.
ResponderEliminarY mi más profunda admiración por vuestras plumas, preciosa amiga 😊
EliminarGracias siempre a ti por tu fiel y maravillosa compañía en estas propuestas.
Es cierto que, a veces, hay fantasmas que nos acompañan en el viaje de la vida y son más buenos que malos 😉
Abrazos y cariños, y muy feliz semana! 💙
Me ha parecido muy tierno, para ser de fantasmas, con un final realmente bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
A veces los fantasmas tienen una fama que no corresponde con la realidad 😏
EliminarGracias por tu sentir, querida amiga.
Abrazos, y feliz semana 💙
Precioso relato, me ha encantado! Un final lindísimo, como está escrito,la emoción, y la ternura que desprende.
ResponderEliminarBeso enorme y gracias por tu trabajo estupendo con todos nosotros!
Mil gracias por haberlo sentido así, preciosa Ale...
EliminarY mi más sincero agradecimiento siempre hacia vosotros, por vuestra compañía y complicidad en estos viajes de letras...
Bsoss enormes, y muy feliz semana! 💙
jaja, como le has dado la vuelta al fantasma. aunque ha sido él el que propuso a ña protagonista, hacerse "amigos". no era tan malo aunque represntara un viejo acontecimiento terrible.
ResponderEliminarme ha encantado el giro
besoss Gine
El pobre fantasma solo quería hacer la paces, y que los encuentros fueran menos... terroríficos 😏
EliminarUn placer que te haya gustado, querido Gabi. Mil gracias por tu sentir...
Bsoss enormes, y muy feliz noche 😘
Me impresionó el relato y me maravillo al mismo tiempo.
ResponderEliminarTe felicito amiga.
Besos.
Feliz de este sentimiento que me transmites, querida amiga.
EliminarMuchísimas gracias por tu mirada...
Bsoss enormes, y muy feliz noche 💙
El miedo es ausencia de confianza, por muchos motivos, sombras del pasado, lo desconocido, lo peligroso... siempre nos inquieta. Por eso hablar con nuestros miedos y tratar de comprender puede ser la manera de librarnos de ellos. Magnifico relato Ginebra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es... Solo conciliándonos con ellos, podremos al fin vencerlos y gestionarlos para que no nos perjudiquen...
EliminarMil gracias por tu sentir, Ana.
Abrazo grande, y muy feliz día 💙