ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

Participantes y textos de la convocatoria de octubre: "Mosaico"

Campirela/ Nuria de Espinosa/ Auroratris/ Gustab/
Susana/ María/ Marifelita/ Dulce/ Chema/ Lady_P/
Tracy/ Dafne SinedieGinebra Blonde.  

sábado, 31 de octubre de 2020



(Autora: Tracy)

No creo en los fantasmas, como tales, no existen.
Lo que sí existen son todas aquellas emociones que nos atenazan y perturban nuestra vida, las englobamos bajo el título genérico de: "Mis fantasmas particulares".
Sólo están en nuestra mente y la única manera de acallarlos es mediante la Conciliación, sentándose a observarlos y dialogar con ellos para desmontarlos.
Muchas veces he cogido "la silla de pensar" y me he puesto manos a la obra, una tarea sumamente difícil porque los fantasmas se encuentran agazapados tras esas emociones de dolor, muerte, soledad, vejez, ataduras... que nos producen, cuando menos, inquietud.
La última vez el diálogo se desarrolló con más fluidez y "las ataduras" tomaron la palabra para preguntar:
 
—Parece que nos das poca importancia, ni si quiera para ti alcanzamos la categoría de ser uno de tus fantasmas...
—Es que yo me siento libre, sin ataduras. Es verdad que la libertad que tengo me la doy yo, por lo tanto en ella no caben diques de ningún tipo, la libertad se gana es un puro acto de amor y desde el primer momento que se piensa en ella, ya se tiene.
 
El diálogo se animó y fue "la vejez" la que tomó la palabra:
 
—¿Por qué  no me tienes miedo a mí?
—Porque sólo existen dos posibilidades en la vida, o envejecer o morir. Prefiero envejecer que morir antes de envejecer, además es un error el no pensar que el envejecimiento se hace de manera continua e inapreciable desde el mismo momento que nacemos.
—Ya que habéis hablado de mí —intervino la muerte— Parece que a mí tampoco me tienes miedo... ¡No me lo puedo creer!
—Pues créetelo. Hablo de la mía propia, mi muerte sólo la considero como el paso de un lado al otro de la vida, pero he de decirte que con esta pandemia estoy desarrollando, el temor a dar ese paso en soledad para evitar el contagio, no llega a ser un fantasma que me acompañe continuamente, pero no sé... no sé, qué pasará si enfermo.
—Parece que he oído que hablabais de mí —dijo "la soledad"
—Habló "la Sole", vieja amiga, sabes que hace tiempo que nos conocemos y a los amigos hay que quererlos y no temerlos.
—Sólo quedo yo, a mí sí que me temes ¿a que sí? —Quien habla así es "el dolor"
—Sí. "dolor", te temo y mucho. Ante ti me doblego.
—No me tengas miedo, soy un aviso para que sepas que algo va mal, ayudo a que tu organismo esté en orden, me aburro de que seas tan anárquica en las comidas o que tengas todo el día la cabeza como una batidora. Si te cuidas, te garantizo que yo no apareceré.
—Me comprometo a cuidarme y entretener(te)me,  pensando en cosas bellas, en vez de pensar en tus visitas a mi mente.
—No me tengas miedo, soy un buen síntoma para detectar que algo no funciona y darte tiempo a que lo puedas solucionar.

Y en esas estamos...
 





Relato perteneciente a la propuesta: "Miedos"


8 comentarios:

  1. ¡Qué bueno! Me ha encantado esa silla de pensar y el diálogo con cada uno de esas cosas susceptibles de ser temidas.

    Muy original y con mucha sabiduría de fondo.

    Besos, Tracy

    ResponderEliminar
  2. Una gran tertulia donde cada uno expone su papel y lo defiende. La silla de pensar es necesaria para comprender-Nos.
    Te felicito.

    Mil besitos y feliz día ❤️

    ResponderEliminar
  3. Original y no hay mejor forma de enfrentarse a los miedos que dialogar con ellos. Un fuerte abrazo .

    ResponderEliminar
  4. Realmente original, y que hace reflexionar, eso seguro.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Muy buen relato Tracy!
    Sorprendente,sin duda!
    Un beso!

    ResponderEliminar
  6. ah, si. ya te habia comentado en el blog, porque esto me sonsba mucho. me ha ebcantado como haces aparecer todas las causa y las metes en un dialogo genial
    besosss tracy

    ResponderEliminar
  7. Original y para reflexionar por tantas verdades.
    Saludos

    ResponderEliminar
  8. Qué magnífico diálogo, me ha gustado mucho.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin