(Autora: Campirela)
"Qué poco se tarda en perder todo y cuánto en formar un
hogar."
Angie, llegó al
encantador pueblo de Escocia, Plockton, después de muchos tumbos en su
corta vida, allí en ese pueblo pesquero
donde sus casas al lado de la bahía le
daban esa sensación de hogar que ella nunca supo bien disfrutar.
Por amor dejó su pueblo natal, su familia y amigos, pero él
lo era todo para ella. Lo conoció una tarde de lluvia en la biblioteca, cuando
fue a depositar la novela de Cumbres borrascosas, allí estaba él, sentado con los codos en la mesa bebiendo
literalmente la novela que tenía entre sus manos. Al instante fue un flechazo
aquel joven era distinto a los del pueblo.
Con astucia de jovenzuela, _ dejó caer a su lado la novela
que había adquirido para esas tardes de otoño, en este caso era María, de Jorge
Isaacs_, Perdón que torpe disculpe mi torpeza.
El muchacho, algo tímido levantó los ojos de su libro y se
puso ayudar a recoger parte de las hojas desparramadas por el suelo.
Desde ese día los encuentros serían a diario, hasta que un
día Xalen, ese era su nombre, le propuso irse a vivir su gran aventura que no
era otra que vivir en plena naturaleza y escribir su gran novela.
Fue así como llegaron a ese lugar maravilloso, ella no lo
pensó, sabía que su amor era suficiente para la gran hazaña que les
esperaba ambos compartían el amor por
las letras y ella confiaba plenamente en él.
Los primeros meses fueron un auténtico trajín, con los pocos
ahorros compraron una casita vieja pero ideal para su cometido, entre los dos
la arreglaron, pusieron tablas nuevas, arreglaron el pozo, en el cual el agua
era cristalina y fría como el hielo, hasta sembraron un pequeño huerto donde
recogerían en su estación aquello que sembraron, todo el trabajo siempre estaba
amenizado con las risas y la complicidad de ambos. La alegría era plena, en las
noches el teclado de la vieja máquina de escribir era la sinfonía que emana
toda la pequeña casa, Angie corregía y aportaba sus pequeñas ideas sus ilusiones eran tan lindas que se
imaginaban cuando terminara ir a la ciudad con el manuscrito bajo el brazo,
seguro que se haría famoso, ella era feliz solo de pensar en su felicidad.
Aquella mañana él salió con su cartera y su obra dentro de
ella, Angie se levantó cuando él, preparó
un buen desayuno y juntos en la mesa de la cocina repasaron todos los
puntos que debía de seguir, tenían una oportunidad, solo ese día estaría el
editor más renombrado de la zona pues ya era tiempo de lluvias y hasta la primavera
no volvería a la ciudad, así pues era hoy, si no deberían esperar hasta primavera.
La novela estaba terminada, tal vez habría que corregirla más pero si la
aceptaban tendrían tiempo de sobra para poder presentarla. La felicidad ese día
iluminaba toda la casa, a pesar de ese gris del cielo.
La pequeña radio, dejó de sonar la música para dar una
noticia de última hora, el tiempo estaba cambiando y se preveía que un frente
del sur avanzará hasta la zona y dejará lluvias y vientos fuertes.
Ante esta noticia Xalen decidió coger el coche y cuanto antes
fuera antes vendría, la despedida fue emotiva y amorosa, ella echó sus brazos a
su cuello y solo le susurro, amor tu puedes, te quiero, regresa pronto mi amor.
Sus ojos miraron al
cielo y no le gustó lo que vio, esas nubes grises cada vez iban tomando un
color más oscuro.
El día fue pasando entre truenos y lluvia, los nervios
estaban a flor de piel, apostada en la ventana veía como el agua iba subiendo
el nivel del lago, pero su mente estaba pensando en el regreso de su amado, la
radio seguía informando del mal tiempo que había en la zona, los caminos cada
vez estaban peor, la nacional estaba cortada, y la autovía estaba saturada de
vehículos que se habían visto envueltos en una gran caravana por el mal tiempo.
Las horas seguían pasando en esa incertidumbre, pensaba en lo
sola que estaba sin él, su mente era tenebrosa, pero debía reponerse el nivel
del agua entraba por la puerta y el fuerte viento había tirado parte del
tejado, el frío entraba en sus huesos estaba
bloqueada, hasta que al mirar la máquina de escribir la hizo regresar al
tiempo presente, la cogió y con una manta en sus hombros subió al tejado allí
al menos tendría tiempo hasta que llegara el día y alguien viniera en su ayuda o al menos dejara de
llover ya se apañaría para bajar de
allí.
La noche fue infernal, aquel cielo escupía toda clase de
rayos y centellas, ella se cobijó bajo su manta y aguanto entre gemidos que
aquello pasara, solo pensaba en él, que estuviera bien, la máquina de escribir
era su compañía y algo más, allí estaba toda la esencia de su amado, la olía
entre sus brazos.
Los primeros rayos del sol, la espabilaron de ese letargo
entre sueño y vigilia, abrió sus ojos y vio el cielo azul, ya había pasado lo
peor, aún no podía bajar del tejado pues el agua estaba más de la mitad de la
casa.
Las horas iban pasando y el cansancio y la tristeza se estaba
apoderando de ella, cuando a lo lejos diviso una sombra andando con la rapidez
del viento y la flojera del cansancio.
Xalen, gritó con fuerza!, este no paraba de dar zancadas
de metro, conforme estaba más cerca de
la casa más largos eran los pasos, más que andar era volar.
Al llegar debajo de ella, los lloros no dejaban paso a las
palabras, ya más calmados ella le
observó y vio que por lo menos estaba sano, y
estaba allí, su amor había regresado.
Los días siguientes fueron de esfuerzo conjunto, había mucho
que arreglar, no importaba la vida les había dado otra nueva oportunidad,
volverían arreglar su hogar las veces que fuera necesario porque el amor que
les unía aquel lugar merecía la pena.
De aquel episodio aprenderían que la vida en un segundo te
puede cambiar, que hay que estar preparados a cualquier eventualidad, y que si
algo se rompe hay que arreglarlo y seguir hacia delante.
Allí fueron felices, construyeron su hogar y sus novelas, hoy
son famosas en el mundo donde la imaginación es asignatura primordial.
Relato perteneciente a la propuesta: "Imagina-ción"
Genial su relato. Lo leí en su blog. Saludos amiga.
ResponderEliminarLo habái leído en su blog. Me parece increíble lo bien que ha plasmado ese conocerse, ese vivir juntos en pos de un sueño de literato, y cómo la tormenta puso a prueba sus vidas y su casa, pero no su amor. De todo se sale, y se sale más fuerte, como en este caso.
ResponderEliminarUn precios post. Un abrazo a ambas
No puedo pasar por aquí y no dejar de nuevo mi felicitación para nuestra querida amiga. Un relato conmovedor y lleno de amor.
ResponderEliminarMil besitos con cariño, mi niña y feliz día ♥
Un placer leerte, como siempre.
ResponderEliminarUn beso muy grande, Campi.
Has imaginado una historia formidable en torno a la casita desvencijada y la chica en el tejado. Me ha gustado mucho leerla.
ResponderEliminar¡Un abrazo a todas!
Leí esta preciosidad en tu blog, y al releerlo vuelvo a sentir el mismo placer y la misma admiración!
ResponderEliminarUn beso enorme.
Ptecioso relato lleno de amor y con una enseñanza que deberíamos tener siempre presente.
ResponderEliminarTe felicito.
Besos
Un hermoso rrelato que tuve la oportunidad de leeren el blog de Campi, y es de una creatividad genial, lleno de amor e ilusion.
ResponderEliminarUn abrazo para ti Ginebra por hacer estas convocatorias tan agradables.
Sin vuestra compañía y complicidad, no sería posible. Así que gracias siempre a vosotros... 😊
EliminarAbrazos y cariños para todos, queridos amigos! 💙
Mi querida Campi felicito tu relato
ResponderEliminarmi amiga,que bien los haces, tienes
magia cuando los escribes, con todo
ese amor que le pones mi amiga, me
agrado mucho chica bella.
Besitos dulces
Siby
Campirela, ¡qué maravilloso relato, me ha encantado, la fuerza del amor mueve montañas, ese sol que sale después de la enorme tormenta es todo un símbolo! Enhorabuena !!
ResponderEliminarQue relatoas tierno yss lleno de ilusion. Reiteras lo del esfuerzo que cuesta mantener u ido y feliz un hogar. Solo hace falta ilusión.
ResponderEliminarBesosss, Campi
Precioso relato! Ler-te será sempre um doce fascínio!
ResponderEliminarMe senti como uma personagem...!!
Besos!