ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

sábado, 27 de junio de 2020


(Autora: ©Tracy)


Siempre tuvo el deseo de volver a pasar unos días en un Riad Marroquí, preferiblemente de Tánger.

Se había propuesto ir sola, pero siempre se lo habían desaconsejado sus hijos, doblegando su yo más rebelde y aventurero, que quedaba  a la espera de una nueva oportunidad.

Esa nueva oportunidad se le presentó al entablar amistad con un nuevo profesor  llegado al Departamento de la Universidad a principio de curso,  era más o menos de su edad y, como ella, sin cargas familiares.

En sus charlas cotidianas, había salido la conversación de la ilusión, tantas veces postergada, del viaje a Marruecos y él desde el primer momento se ofreció a acompañarla para que sus hijos no pusieran obstáculos a la aventura.

Era el momento.

Con la maleta llena de ilusiones y la mochila repleta de sueños embarcó con su acompañante, rumbo a Tánger en el ferry  de media tarde. Ella aprovechó el trayecto para hacer saber a su compañero de viaje que deseaba vivir en solitario aquella aventura y que su ilusión era  perderse por las laberínticas calles de la kasbah y dar rienda a sus sensaciones disfrutando de los atractivos colores de sus casas y del ELIXIR que desprendían  algunas tiendecillas donde alquimistas caseros mezclaban con alcohol sustancias aromáticas  capaces de envolver al paseante en esos sueños oníricos donde los placeres  asaltaban tras cada esquina, para transportarlo a un EDÉN impregnado de esencia marroquí, en el simple hecho de tomar un té moruno o de compartir una Shisha en uno de sus famosos cafetines.

Él la miraba absorto y encendido por el AMOR, no confesado, que sentía por ella y la sensualidad que desprendía.

A su llegada, Tánger era un espectáculo bajo la  luz crepuscular que la convertía en un lugar sencillamente mágico.

Todo estaba previsto, hasta el más mínimo detalle, tras meses de preparación del viaje.

El Riad  exhibía la belleza de sus jardines y patios, armonizada por el sonido del  agua al caer en sus fuentes, bajo las luces indirectas que parecían ser reflejo de las estrellas que poblaban el firmamento.

Ante su vista aparecía todo cuanto ella venía buscando y todo lo que él quería aprovechar  para conseguir enAMORarla.

Los sones de una orquesta andalusí acompañaban a bellas huríes que  dieron la bienvenida a los visitantes, moviendo sus esculturales cuerpos al son  de danzas llenas de arabescos sensuales, a la vez que ofrecían afrodisíacos manjares y FRUTAS exóticas a los recién llegados, preludio de un juego erótico-festivo que luego tendría su continuidad en la privacidad de sus aposentos.  Este marco brindó a él la mejor oportunidad de comenzar a expresar el AMOR  y el deseo que sentía por ella y que de manera recíproca, continuaron demostrándose en los días que duró su estancia en el idílico lugar.

En el viaje de regreso él dijo:

—Ésto mismo lo podríamos haber hecho  a la salida de cualquier aburrida reunión del Departamento ¿no te parece?
—Acabas de joder la semana que hemos pasado juntos.


Relato perteneciente a la propuesta: "Despeg(amo)s"



7 comentarios:

  1. ajjaaj, me rio porque el final es lo más.
    que linda aventura a ese Marruecos donde debe ser como estar un poco en las mil y unas noches, aunque no se la India.
    Bueno el señor se podría haber dado un puntito en la boca ..ainsss.
    Felicidades Tracy, genial.

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  2. Ayyyy madre mía esas cosas que pasan!
    Estupendo y entretenidísimo relato!
    Hace poco (bueno,antes de esta pandemia) estuve en Marruecos,así que viajé de nuevo!
    Muy buen relato!
    Besos

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  3. El final... ay, ese jarro de agua fría... pero me ha encantado, Tracy. Detalles que nos ha transportado a ese idílico lugar. Te felicito.

    Mil besitos para ti y feliz finde ♥

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  4. Jajajajajaa, el final es mortal de necesidad.

    Me he imaginado por esas calles y bazares hasta he podido oler todos los aromas, gran capacidad para descriptiva.

    Me gustó mucho.

    Besos

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  5. El final es muy bueno, tanto alejarse, para poderse haber amado en casa :-). Pero hay ambientes que nos predisponen, con sus aromas, con sus sonidos de fondo etc

    Al final sola tampoco fue :-). Un abrazo

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  6. Si el relato es maravilloso, sublime el final, para mi inesperado.
    Un saludo.

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  7. Yo lo tiro por las escaleras jajajaj Aunque haya tenido que ir y volver de una estupenda estancia en un lugar que me evoca tanto. A la próxima, se queda en casa sí o sí.
    Un beso.

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin