(Autora: ©Maite Lorenzo Molina)
Aquella
mañana, mientras subía la escalinata de mi lugar de trabajo no dejaba de pensar
en la conversación telefónica que acaba de mantener con mi mejor amiga, casi
hermana, Laura.
Presentí que
iba a ser un día muy, muy largo, y hoy, precisamente hoy, era necesario prestar
toda mi atención en el laboratorio de restauración de la biblioteca, acababa de
llegar un legajo muy antiguo y mi jefa me había propuesto ser quien lo
datara. A punto de abrir la puerta, dudo
si entrar, o volverme a casa y dar alguna excusa por poco
creíble que fuera. Necesito tiempo para pensar…
De momento,
decido bajar las escaleras y me sorprendo caminando hacia el café que hay a dos
manzanas de la biblioteca, en esa cafetería seguro que no voy a encontrar con alguien conocido.
Un café
humeante y mi tablet encima de la mesa, necesitaba volver a leer los correos
que me había enviado Laura. Aunque ya los había leído cientos de veces y
siempre, siempre llego a la misma conclusión.
Laura quería
presentarme a su novio de una vez por todas, y habían quedado en ir a buscarme
a la salida de mi trabajo. Alejandro y ella se habían conocido gracias a una
página de contactos por internet que recomendé a Laura para animarla, después
de la profunda depresión que le causó el divorcio y demostrarle que siempre puede existir una
segunda oportunidad en el amor.
Alejandro
enseguida cautivó a Laura por su maravillosa, cálida y adorable forma de
expresarse en el chat. Después se escribieron extensos correos que Laura me
reenviaba para que pudiera comprobar que no existía en el mundo un ser tan
tierno y sensible como él. Mi temor fue
acrecentándose cuando leí un poema de amor que Alejandro le había dedicado por
su cumpleaños. Ya no me cabía duda alguna.
¿Qué debía hacer?
Guardaré
silencio para siempre y nunca desvelaré que ese Alejandro fue el mismo a quien regalé un manuscrito con poemas que
escribí mientras duró nuestra apasionada y romántica relación.
Guardaré
silencio porque Laura y yo tenemos las mismas cartas de amor.
Relato perteneciente a la propuesta: "Encrucijada"
Cómo romper un sueño?? y más que un sueño todo. Difícil situación, pero... hasta qué punto ese regalo es real o sólo impresionarla?
ResponderEliminarMe ha encantado leerte. Te felicito.
Mil besitos para tu día ♥
Desde luego no es fácil tomar esa decisión pero a la larga sin duda se descubrirá , cuando no tenga más poemas que ofrecer de donde le saldrá esa magia...
ResponderEliminarMe gustó mucho ..
Un abrazo .
Aurotratis, permiteme que te felicite por la genialidad del relato, muy bien desarrollado, jajaja y ampliado por Campirela con su ingenioso comentario.
ResponderEliminarAbrazo compartido
Hola, Clip. Un placer tu visita y tus palabras; será un placer que te quedes por aquí 😊
EliminarDecirte que la autora del relato es Maite Lorenzo; otra gran compañera de letras que, como bien has dicho y has podido comprobar, su pluma y genialidad son magníficas; así como la de todos los amigos blogueros que nos acompañan en este viaje de letras 😉
Un abrazo grande, y mil gracias!