(Autor: ©Chema)

Felipe es un buen compañero de clase de la facultad. En una quedada que hicimos un viernes por la noche conocí a su novia, Paula, que es más joven y está en otro curso inferior. Encajé a la perfección con ella desde el primer momento, como si nos conociéramos de toda la vida. Estuvimos hablando toda la noche, lo cual no hizo a Felipe sentir celos ni nada por el estilo, ya que al parecer tienen una relación muy abierta y libre.

Hoy estaba estudiando en la biblioteca de la facultad, y he visto a Paula sentada dos mesas más allá de donde estaba yo. Se ha acercado una chica a decirle algo, sería una compañera de su clase. Estaban hablando en voz baja para no molestar, pero muy sonrientes y con sus caras pegadas entre sí. Y al final se han dado un pico, lo he visto con mis propios ojos.

Esto me ha hecho plantearme todos los posibles escenarios. Las chicas son más proclives a las manifestaciones de afecto que los chicos. Pueden llamarse guapas entre ellas, ir cogidas del brazo y darse besos en las mejillas... pero un beso en los labios ya es algo más. ¿O quizá no, y soy yo el que está anticuado?

Por otro lado, cabe plantearse si a Paula le gustan las chicas. Y si es así, la siguiente pregunta sería si le gustan las personas de ambos sexos, o sólo las chicas. En ese caso, su relación con Felipe sería un engaño hacia ella misma y hacia él.

Paula es para mí algo parecido a un amor imposible, porque su relación con Felipe es muy sólida. Y tampoco querría yo ‘robarle’ a su novia, porque es un buen tipo y no merece eso. Ahora bien, si al final se descubriera que a Paula le atraen sólo las personas de su mismo sexo, se convertiría definitivamente para mí en un amor imposible, aunque por diferentes razones.

En cualquier caso, tengo claro que no le comentaré nada a Felipe sobre lo que he visto. Por mucho que su relación sea libre y flexible, tendrán sus límites. Un beso en los labios, sea con quien sea, no es ninguna tontería. Yo desde luego no me atrevería a dar un pico a una amiga mía, y luego si se enfada decirle “¡pero si hoy día un pico se lo da cualquiera, mujer!”. Me da a mí que la sociedad no está tan avanzada como para eso.

Felipe se lo tomaría mal, y además en ese tipo de cosas la gente tiende a “matar al mensajero”. Prefiero no revolver las cosas, y por ello he decidido que *guardaré silencio para siempre*.

©Chema

Relato perteneciente a la propuesta: "Encrucijada"