ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

martes, 1 de octubre de 2019

Sin Decir Ni Mu


(Autor: ©Chema)

Una de mis costumbres fijas en el pueblo donde veraneo, es ir sobre las 8 de la tarde al chiringuito que hay al lado de mi casa, para hacer una merienda-cena. Hoy el cielo amenaza lluvia, así que me voy a quitar las chanclas y me voy a calzar las playeras cerradas.

Hoy hemos tenido una comida muy copiosa con una prima nuestra, así que no me excederé pidiendo cosas. Un pequeño sándwich y un botellín de agua mineral *me sabrán a gloria*. A ver quién me sirve hoy, ya conozco a todos los camareros y camareras de aquí, me sé sus nombres y todo.

Hay una chica muy mona que nunca viene a servir porque es más de cocina, aunque de vez en cuando sale y charla con los camareros. Tienen muy buen rollo entre ellos. El otro día le pregunté al dueño del kiosco por esa chica, y me dijo que se ha incorporado hace poco, que es joven y está aprendiendo.

Unas veces lleva el pelo suelto y otras veces se hace trenzas. Durante los días de la feria, cuando había música de fondo en todo el pueblo, a veces bailaba al son de la música, y resultaba muy graciosa.

Últimamente, cuando me ve me saluda sonriendo, no sé si es porque es ella así de simpática, o porque le han chivado que me he interesado por ella. ¡Y es que en los pueblos las noticias vuelan! Hoy me siento más tímido, no voy a decir que *tiemble como una hoja* al verla, pero sí me entra esa cosilla de “huyy, a ver si me mira”. Hace poco leí un libro muy interesante y ameno sobre comunicación no verbal, titulado ‘sin decir ni mu’, de la periodista Patrycia Centeno. Ahora mismo no sé dónde dirigir la mirada ni qué hacer con las manos. Seguro que la autora sabría interpretar esos signos.

Algo me dice que hablaré con ella más pronto que tarde. Dejemos que las cosas fluyan de manera natural...


Relato perteneciente a la propuesta: "Pisando Fuerte"



5 comentarios:

  1. Que chulo y tierno Chema ...en los veranos en los pueblos ocurren cosas muy lindas como es descubrir ese cosquilleo que te eleva a lo más alto .
    Un besote .

    ResponderEliminar
  2. Eso se llama estar enamorao hasta las trancas.

    ResponderEliminar
  3. jajajaja Tracy lo ha explicado divinamente .... :) besos preciosa.
    Y Chema, adelante...lánzate! :)

    ResponderEliminar
  4. Ay, Chema... y qué bonito es ese sentimiento, los nervios en el estómago... y ese pensar qué hacer con las manos y la mirada... Ya estoy viendo el lugar. Tu libro debe ser muy interesante. El lenguaje corporal es muy descriptivo.

    Mil besitos con todo mi cariño, solete :)

    ResponderEliminar
  5. !Oh là là las famosas mariposas en el estómago!
    Que linda euforia de ese sentimiento, de esa locura inicial donde prima el enamoramiento. Muy bien planteado.
    Saludos

    ResponderEliminar

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin