Una Cita Con La Muerte

La mujer era un escándalo y sabía demasiado. Para silenciarla, fueron a verla, en su casa rodante, planeaban invitarla a salir de la ciudad. O a confiscarle su vehículo, por infracciones al tránsito.

Encontraron su ropa, destrozada y manchada, algunos papeles, escritos con una letra delicada.

Y encontraron a un hombre inconsciente, con la cara arañada.

Luego de un culpable alivio, se alarmaron. Los secretos estaban en peligro.

Un astuto abogado llegó a la ciudad, para defender al acusado.

-Hallaron el cuerpo. Su situación se complicó.

-Yo no la maté.

-Le creo. Esa mujer era peligrosa. Era una chantajista. Lo adormeció para robarle. Y lo rasguñó para decir que había sido atacada. Lo habría matado, pero alguien la mató a ella. El problema es que será difícil probarlo.

Pero podría intentar algo.

-¿Qué clase de abogado defiende a un asesino?-Preguntó alguno de los que entraron a la casa rodante.

-Alguien que quiere defenderlos de las intrigas de una mujer muerta.

-Lo escuchamos.

-Es obvio que esa mujer intentó defenderse. El sospechoso la mató para robarle ciertos papeles maliciosos. Si logro que salga en libertad condicional, puedo convencerlo de que me diga lo que hizo con esos documentos. Y pueda negociar para que sean destruidos.

Luego la ciudad será responsable de su seguridad, durante su libertad condicional.

Nadie en la ciudad supo de la verdad.

En otro lugar, Lilith Blue, sonrió malignamente, mientras se quitaba su disfraz frente ante mí, su cómplice. Una peluca, la ropa que le había servido para tomar la apariencia de una mujer muerta. Ya estaba muerta, cuando fue llevada a la ciudad, por una impostora.

-No puedo seguir haciendo esto.

Lilith Blue me miró, bella y siniestra

-Está en la tradición de la familia. Pero esa conspiración…

- Ese hombre era peligroso, quería matar al hombre con quien me casé. Ahora no podrá. La Sociedad Onírica lo enviará lejos, donde no será peligroso. Y degradado por comprometer secretos.

-Un plan digno de mujer fatal. Pero esa pobre chica, confío en tu culto. Le fallaste. Y usaste su muerte para una conspiración

Luego supe que Lilith Blue la había usado para experimentos oníricos. Algo que pudo haber acelerado su muerte.

-Intenté salvarla. Pero no pude.

Tiempo después, Lilith Blue grabó unas canciones que ella había compuesto. Quiso compensarla con una forma de inmortalidad.

Lilith sobrevivió a las intrigas de la Sociedad Onírica. Hasta que un día tuvo una cita con la muerte.

-¿Cuento con tu silencio?

Ella fue muy persuasiva, nunca olvidaré esos momentos. Pero ya no pude ser su cómplice.

©El DemiurgoDe Hurlingham

Relato perteneciente a la propuesta "De Revista (Pulp-Art)"