ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

martes, 2 de abril de 2019

La Chica De Hateville




Lilith Blue encendió un cigarrillo. Absorbió el humo y lo retuvo, saboreando la etérea toxina. Cuando lo exhaló, intentó formar anillos; puso sus labios carnosos en forma de círculo, y lo fue expulsando poco a poco. De repente un misterioso personaje apareció debajo de un farol, la vacilante luz iluminó sin sutilezas las líneas frías y angulosas de su rostro cuando se acercó a ella.
- ¿Alguna información? -
- Aún no. Luigi Lasagna es muy perspicaz. -
- Sigue insistiendo. Eso acaba por debilitar la resistencia de las personas. -
- ¿Y si me descubre? -
- Dependerá de ti. De cual sea la mejor opción en ese momento. Espero tu señal. - concluyó.

El gánster de la mafia italiana Pepperoni estaba otra vez pisando suelo en el tranquilo pueblo de Hateville. Luigi Lasagna era un hombre nefasto, que había llenado las calles de alcohol, armas, prostitución y robo de arte, entre otros. Los grupos de hombres y mujeres se formaban en las esquinas, para conversar de como enfrentarlo y sacarlo de una vez por todas. Pero Lilith Blue tenía ya preparada su propia venganza, lo de ella era personal y no dejaría a nadie adelantarse.

★━━━━★

Lilith se levantó de la cama y se puso el vestido rojo crespón, de escote profundo, y abertura lateral que le llegaba casi al muslo. Luigi estaba tendido sobre las sábanas blancas, drogado, incapaz de moverse por sí mismo.

- ¿Que... había en la ... bebida?, - Maldita, !te mataré!  - masculló.
- Aah no creo que puedas cumplir ese deseo. - contestó, y se echó a reír.

Después, amarró sus manos y pies y lo introdujo en la maletera del coche. Cerró la puerta y se dirigió al asiento del timón. Humedeció sus labios escarlata, ese era el sabor de su victoria. Pisó el acelerador del auto, y las ruedas chirriaron, en medio del silencio. «No debió dejarme viva.» pensó.

Cuando llegó al camino donde debía desviarse, se ubicó al lado izquierdo de la vía, allí, le esperaba un cadillac town sedan. El primero en salir fue Giuseppe Prosciutto, el jefe de la Triada Mascarpone, amante incondicional de la mujer fatal, y archienemigo de Luigi Lasagna.

La observó mientras se bajaba del auto, admirando el suave movimiento de sus finas piernas y las curvas bajo el suave crespón rojo. Los ojos le brillaron cuando vio su cabello azabache, que le daba una apariencia diferente a lo que él estaba acostumbrado. - Ha pasado mucho tiempo,  Giuseppe. - le dijo con su pícara sonrisa de siempre.

Con el correr de los años lo que más recordó Prosciutto en análisis fue la mirada azul que le transmitió serenidad, el fuerte aroma a jazmín, y el sonido sensual de su voz.  Se acercó a ella y puso las manos en su cintura. Sus ojos lo miraron con su peculiar misterio femenino y algo más que no pudo leer. Sintió el suave impacto de su cuerpo, despertando sensaciones y percepciones que habían estado registradas en el olvido.

- ¿Quieres champán para brindar? - dijo, mientras hacía un ademán al guardaespaldas para que les sirviera bebidas.
- No, mejor un Strega fría. -
- Te encanta esta pócima amorosa, ¿cierto? -
- Es un embrujo. -
Se acercó a ella y se tomó un sorbo del vino espumoso. Ella entreabrió su camisa y pasó los dedos moviéndolos en su espectacular torso. Él deslizó una mano alrededor de su cintura, y apretó los músculos de su firme trasero.

De presto un escolta tiró a Luigi, haciéndolo rodar a los pies del jefe, interrumpiendo al mastín napolitano de su trance.

- Aquí lo tiene jefe. - le dijo, empujándolo contra el pavimento. El infeliz se arrastró de espaldas como una araña por el piso, temblando por el miedo.
- ¡Asesino traidor! - gritó Giuseppe enfurecido, y le propinó varias patadas, hasta que se quedó sin fuerzas.  
- ¿Cara mia, porque? .... E io che pensavo che mi amassi davvero ... - murmuró Luigi entre sollozos.
- Por mi familia - musitó ella, mientras alzaba la copa.
Giuseppe se viró y ordenó a sus guardaespaldas que se lo llevarán a la cabaña de la Cosa Nostra, donde después saldarían cuentas.


Relato perteneciente a la propuesta "De Revista (Pulp-Art)"



5 comentarios:

  1. Pero qué maravilloso relato, da para una película, ya lo estoy viendo... me ha encantado, preciosa.

    Mil besitos que te lleguen y mi felicitación ♥

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  2. La mafia ya se sabe ..la familia lo primero ..pobre de él pero ella fue lista y secuaz ..
    Un buen relato Yassy .
    Un abrazote grande muakk

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  3. Lilith Blue tiene dos relatos en esta propuesta tan creativa.
    Me gustó mucho el tuyo, Yessy. Deja un par de intrigas, lo que es interesante. Como el motivo preciso de semejante venganza, el momento en que sucede, dentro de la compleja historia de la mujer fatal. Y representa mucho su personalidad.

    Besos, Yessy.

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  4. Lilith Blue tiene dos relatos en esta propuesta tan creativa.
    Me gustó mucho el tuyo, Yessy. Deja un par de intrigas, lo que es interesante. Como el motivo preciso de semejante venganza, el momento en que sucede, dentro de la compleja historia de la mujer fatal. Y representa mucho su personalidad.

    Besos, Yessy.

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  5. !Muchas gracias, chicos, por sus visitas y amables comentarios!
    Abrazotes para todos.

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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