ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

domingo, 30 de septiembre de 2018




Sé que no debí marcharme
del olimpo de tus ojos,
dónde los Dioses
esbozan cantos de sirena
entre pautas rígidas
tratando de iluminar tu mirar,
yo soy un velero
sin rumbo fijo,
sin tiempo para navegar,
mi mar no tiene barreras
que coarten cada milímetro de mi sentir
y en este viaje desesperado
solo busco entregarte
olas de mi sabía rizadas
que encanten y alcancen tu mirada.

¿Tan difícil es mirar al mar
y verme en el horizonte?

Aún camino sin mirar atrás
con la esperanza
de sentir tu voz, tu llamar,
sabes…
las gaviotas juegan con los delfines
donde se consagran los azules
del cielo y del mar…
y yo contigo quiero jugar,
buscar en el mapa de tu belleza
en tu heroica constancia,
donde,
las palabras me hagan regresar.

No me dejes marchar,
no me dejes marchar,
no tengo brújula
que me indique
hacia donde caminar,
tan solo tengo
una cuerda rota
con la que ya…
a ti
no me puedo atar.

Navego como velero por este mar
con rumbo escogido al azar,
navego por este quimérico mar
y en el horizonte están tus ojos
escondidos,
pero sin dejarme de mirar.


Poema perteneciente a la propuesta "Mar, O Montaña"



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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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