Huí de la
ciudad, necesitaba estar sola, otra vez volvía a suceder, él con sus negocios,
yo sola en casa siempre era así día tras día, hoy me cansé y huí.
No he dejado
nota, no he hablado con nadie es mi decisión,
quiero comenzar de cero llegar a ser yo misma sin depender de nada ni de nadie,
se terminó estar sometida, en cuerpo y alma a un ser que no ve más allá de su
lentes.
Jamás pensé
que tomaría esta decisión pero es ahora o nunca.
Llevaré poca
mochila, lo justo no quiero peso, y solo cogeré el dinero que gané durante mi
corto periodo dando clases en la universidad, no quiero nada suyo, que me
recuerde a una vida vacía.
Dentro del
todoterreno, pongo música y allí está mi historia reflejada en esa canción
" Still got the blues for you" subo el volumen siempre me he
refugiado en la música cuando los problemas no sabía cómo resolverlos, pero hoy
al fin tuve las fuerzas necesarias para salir del bucle en el que estaba.
La noche se
acercaba, el paisaje cada vez era más oscuro, los árboles invaden la carretera
y las montañas me llaman con ese halo
que se respira en la naturaleza el silencio de los sonidos me decía bienvenida
aquí serás libre.
Con mis
sueños en mi mente no me di cuenta que delante de mí había un bello animal, un
lobo.
Aminoré la
marcha y pude comprobar que no se movía, él estaba tumbado con la cabeza alta
como pidiendo ayuda.
Paré, y con
mucho cuidado me dirigí al hermoso animal, sus aullidos eran leves pero algo me
decía que estaba sufriendo, me agaché y es cuando me di cuenta que su pata
trasera estaba fracturada.
Corrí al
todoterreno y busqué, no sabía si tendría un maletín de auxilio, busqué y
encontré una cuerda, bueno quizás me hiciera falta para poder levantarle ahora
lo más preciso era encontrar algo para entablillarle la pata.
Esta vez
tuve suerte y allí debajo de mis cosas estaba mi maletín, cogí unas vendas,
agua oxigenada y yodo.
Cuando
terminé de hacer la primera cura, la cara de ese bello animal cambió, sus ojos
me daban las gracias, al menos yo lo sentí así, hacía mucho que nadie me miraba
con ese brillo en los ojos, como ese lobo.
La noche se
echó encima, como pude ayudada de la cuerda le arrastré hasta poder subirle con
mil esfuerzos a la ranchera del coche pues desde luego a él no le iba
abandonar, sería mi nuevo compañero.
La oscuridad
de la montaña me hizo perder el norte pero para eso ya tenía yo mi mapa y
brújula en posición norte ella me indicaría el camino a seguir, como así fue,
llegamos de madrugada a nuestro refugio, porque desde ese mismo instante, lobo
y yo seríamos una pareja de hecho.
Mi vida dio
un giro, desde el momento de salir de mi prisión de oro, y cambió por completo
camino a la montaña con Lobo mi fiel compañero.
Relato perteneciente a la propuesta "Mar, O Montaña"
Mil gracias siempre por todo lo que nos das ...no sé qué más decirte pq las palabras a veces se quedan cortas para lo que quisiera expresar .GRACIAS.
ResponderEliminarMil besos con todo cariño muakkk.
Sois vosotros los que me ofrecéis el aliciente y el impulso maravilloso para realizar estos viajes de letras, desde vuestras magníficas plumas, así como desde vuestra amistad… Así que, GRACIAS a ti, mi preciosa amiga, por ser y estar… 💞
EliminarBsoss y abrazos enormes, y muy feliz día 😘