(Autora: ©Marifelita)
(Tom Bagshaw)
Todos los que se
cruzaron una vez en mi camino y todos los que vendrán, me parecen como muertos
vivientes, porque eso son para mí. Sus vidas ocupan una pequeña fracción de
segundo en lo que supone la mía. En este momento son mis compañeros de viaje y
algunos dejarán una gran huella en mi memoria, otros aun siendo importantes
también ahora, se desvanecerá su recuerdo tan pronto lleguen nuevas gentes a
ocupar su lugar.
Este supuesto regalo
que me ha sido dado en forma de vida eterna, es a la vez, la razón de mi eterna
desdicha. Disfrutar juntos de vuestra efímera vida, veros marchitar y marcharos
unos tras otros, hacia ese irremediable final que os espera, me duele.
El tiempo, bien tan
preciado que se os escapa entre los dedos, escurridizo y que ansiáis aprovechar
hasta el más insignificante momento, por si cualquier giro inesperado de la
fortuna os lo arrebatara y fuese el último.
Para mí se ha
convertido en un compañero aborrecible, monótono, predecible y sin sentido. A
él estoy encadenada sin remedio, junto a este insoportable dolor que me quema a
cada paso y con el que he sido condenada a pasear por esta vida interminable,
desde donde se pierde mi memoria.
Carezco de esa
ilusión, pasión, emoción que os acompaña en vuestro corto y finito camino a
recorrer. Pero en mi largo y agotador paseo de más de mil vidas, no me atrevo a
pensar si el destino me aguarda con otras tantas en el horizonte.
(Texto perteneciente a
la propuesta de Variétés: “Tómate tu tiempo”)
Es curioso como una misma palabra nos puede dar diferentes sentidos, El tiempo a veces lo queremos parar, y otras, ojalá pasara tan rápido que ni nos diéramos cuenta.
ResponderEliminarLas cosas de la vida, el tiempo como bien dicen, es relativo. Un beso.