ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

miércoles, 31 de enero de 2024

Los nuevos nacidos

 

(Autora: ©Ginebra Blonde)

(Chie Yoshii)

      Ese pequeño mordisco que Aurora estaba a punto de dar a la manzana que aquella misteriosa mujer le había ofrecido, no sólo entrañaba que el mundo que ahora habitaba desapareciera como un grácil suspiro en la niebla, sino que significaría que la humanidad, en su inexorable y perpetuo propósito por salvaguardar el mundo, habría fracasado.
     Todas las batallas lidiadas contra monstruos ostentando ser humanos;  todo lo luchado y sangrado en aras de la justicia, la dignidad y la libertad anheladas, habría sido en vano.
      La decisión estaba en su mano.
     Aquella mujer apareció de pronto mientras Aurora descansaba bajo el olivo de sus antepasados.
    Le gustaba sentarse bajo él, e imaginar ese mundo por el que todos sus mayores habían combatido no sólo en filas y en pie de guerra, sino también con el dolor y el llanto de todos los allegados que habían sufrido pérdidas.
 
      —Tantas pérdidas…—
 
    Quizá esa mano que le ofrecía la posibilidad de cambiar un mundo por otro, era la de un ángel otorgando una segunda oportunidad de existencia; pero ¿por qué a ella?... Una muchacha huérfana que el único apego que poseía en su mundo, era aquel viejo olivo al que, cada día, acudía para dejarse llevar por una energía especial que emanaba.
 
  —Dime muchacha, ¿aceptas?, ¿morderás esa manzana? —le preguntó aquella mujer esperando una pronta respuesta.
    —Y si no lo hago… ¿qué le ocurrirá al mundo?
    —¿Crees en él?, ¿guardas algún ápice de esperanza en tu corazón?
   —Sí. Creo en él. No quiero otro mundo. Quiero este que me vio nacer. Quiero seguir sentándome bajo este olivo, y ver cada día los rostros de mis padres; mis abuelos… Quiero…
    —Y ¿qué estarías dispuesta a dar a cambio? —le interrumpió.
   —Lo que sea. Daría cualquier cosa si con ello el mundo volviera a respirar libre de toda enfermedad que lo ha ido subyugando al deterioro y casi al exterminio.
   —Entonces, toma esta varita de luz y este escudo de plata. Una vez sostengas en tus manos cada una de estas dos piezas divinas, no habrá marcha atrás. Dejarás de ser humana, y serás como yo ahora. Le concederás al mundo cien años de oportunidad para resarcir sus errores, en los cuáles, tú sólo mediarás como musa en su despertar; y cuando éstos transcurran, bajarás a la Tierra y buscarás un corazón noble y puro, para hacerle la misma proposición.
       —Y… ¿tú? ¿Qué pasará contigo?
   —Volveré a nacer en este mundo; como tantas otras personas que escogieron creer en la humanidad.
     —¿Eso quiere decir que nadie dejó de creer?
    —Nadie. Por increíble que parezca, todos, en lo más profundo del corazón, seguían albergando la fe. Y gracias a ello, los nuevos nacidos van germinando la esperanza, y con ella, la posibilidad de que el mundo vuelva a respirar, como sabiamente has dicho…
 
    Aurora miró el olivo con tristeza, a la vez que con orgullo. Sostuvo en sus manos la varita y el escudo, y su cuerpo se convirtió en un haz de potente y hermosa luz; y aquella que le había ofrecido la divinidad, se desvaneció ante su atónita mirada dejando una estela luminosa y ascendente que se perdía entre unas nubes que parecían abrirle paso.
 
     Una preciosa niña nacía en ese mismísimo instante…


©Ginebra Blonde

(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Un nuevo mundo”)


4 comentarios:

  1. Exquisito relato,con toda tu huella,el mundo femenino,la elegancia y la magia!
    Gracias Gine por tu brillo.
    Un besote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué bonito lo sientes, mi querida Ale... 😊
      Belleza y magia en tu mirada ✨
      Agradecida de corazón 🙏
      Bsoss enormes 😘💙

      Eliminar
  2. Una manzana cambió el rumbo de la vida, tal vez las letras deberían hacer lo mismo. Y dar un poco de sentido común a la vida.
    Un placer leerte, Ginebra, mil besicos de colores. mi abrazo enorme y mi cariño. GRACIAS.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que por soñarlo no quede... Quizás algún día; quizás...

      El placer siempre mío, preciosa. Agradecida de corazón por todo 🙏

      Abrazos y cariños enormes para ti 😘💙

      Eliminar

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin