(Autor: ©Gabiliante)
(Vladimir
Fedotko)
―Dominas el vocabulario perfectamente
y vocalizas muy bien, se te entiende todo a las mil maravillas. Solo te
encuentro un defecto.
―Ah, ¿Sí? Bueno, ya me imaginaba. Ten
en cuenta la barrera cultural. ¿Qué defecto es?
―Cuando popeas abres mucho la boca, y
además la mantienes mucho rato abierta. Te lo digo por otras alumnas humanas
que he tenido. Así en el aire no hay problema, pero cuando te sumerjas te
entrará mucha agua. Los pops más cortos.
―Ah, bien. Lo practicaré. Tengo que
decirte que para ser… bueno... que sabes mucho
―Es que como puedes ver mi
iluminación está académicamente muy bien fundamentada…
―Perdona, es que aquí ha llegado…
―Sí. Ya lo veo…
―¿Puedo hacer algo? ¿Estás bien ahí?
Es que los humanos solemos decir que el pez grande se come al chico… Y este…
―No te preocupes. Yo soy chica.
Además ya lo conozco. Ahora tengo que cambiar a doctora. Este es un cerdo con
una halitosis que atraviesa el vidrio, pero no viene por eso. Viene a que le dé
algo para la branquitis que viene enseñando…
―Oye, que se va a…
―No, no te preocupes. No habla
nuestro idioma
―Ah, vale. Pues entonces hasta
mañana.
―Hasta mañana.
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Tótem”)
ajajjajaajjaj, Gabi, eres un fenómeno del despiste. Un buen texto. Besotes.
ResponderEliminarQué bueno, lleva sorpresa ; )))
ResponderEliminarMuy divertido,muy bien resuelto el reto!
ResponderEliminarSaludos!
Vaya pez más extraordinario, es una historia muy graciosa e ingeniosa.
ResponderEliminarBesos!!