(Autora: ©María)
(El saco de mis pensamientos)
Sumergida en el azul índigo intenso de las aguas marinas, cubierta
únicamente por la inmensidad del cielo, vivía feliz entre las olas. Allí todo
era azul, transparencia y espuma. Ajena totalmente a la gravedad de la vida y
de la Tierra. Flotando junto a sus amigos los delfines, tan despistados y
juguetones como ella que jamás dejaría de ser niña, aunque un día fuera una
abuelita centenaria y decrépita en un asilo ; )
La ingravidez hacía desaparecer la posibilidad de caídas,
golpes o dolor. Los peces que la rodeaban le hacían cosquillas sonrientes,
siempre frescos y brillantes. No existía la oscuridad. Todo era luz, escuchando
el rumor mágico de las caracolas que la acompañaba siempre. Libertad
deslizándose entre delfines, azul y mar.
(El saco de mis pensamientos)
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Tótem”)
La magia surge de las letras y el mar es testigo presencial. Un beso .
ResponderEliminarEl mar, los delfines... un mundo refrescante, luminoso y pacífico se desprende de tu maravilloso relato. Besos
ResponderEliminarQué bonito imaginar este texto...te transporta,te refresca,te enamora...
ResponderEliminarUn beso!
Lo que has escrito es precioso María, como apetece sumergirse en ese mar que describes, tus letras son pura magia como ya se ha dicho.
ResponderEliminarBesos amiga!!