(Autor: ©Rodrigo Fúster)
"...en
el amor como agua de mar te has desatado:
mido
apenas los ojos más extensos del cielo
y me
inclino a tu boca para besar la tierra."
Pablo Neruda
Ella se esmeraba en complacer cada uno de mis pliegues con su
aliento de rosa. Bailaba sobre mi trompo, como una cuerda salvaje; Suaves
ronroneos destilaban deseo, acompañando la danza sagrada, donde la piel cortaba
su garganta. El néctar de su boca endulzante,
erguía el tálamo, que entre sus labios concupiscentes, trémulo florecía,
como el suave roce de los pétalos de una flor, cubriendo de polen su astillosa
en.verga.dura.
¿Qué placeres podía despertar?, ¿qué delicias ocuparían esa
noche su boca corcoveante y caprichosa?...
La ambrosía, embriagaría mis sentidos con lengua bailarina,
para soltar mis ganas al calor de su garganta...
Danzó sobre la brillante cabeza, susurrando un gemido cauto y
venenoso, hasta detener el trompo que giraba salivando al interior de sus
mejillas; Despertando en ella el infinito placer del estupro cadencioso y
vibrante de su lengua sobre la piel rendida al baile de sus labios, que como
péndulo, caería sometida al orgasmo que sólo ella podía provocar, derramándome
infinitamente dentro de su boca en pulso lento y cansino, dibujando mil
estrellas parpadeantes en mi mente, gozando su gula inconfesable...
(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Floreciendo”)
Tremendamente erótico y bello...
ResponderEliminarUn saludo!
Me alegra de leerte de nuevo, tus textos estan impresos de erotismo y sensualidad. este no podía ser menos . Un saludo .
ResponderEliminarHas confeccionado un poema lleno de erotismo y sensualidad, a la vez lleno de elegancia y sutileza.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Un beso