(Autora: ©Fini López Santos)
Soñaban con una larga vida juntos en
la casita junto a la plantación
de maíz. Aquella tarde caminando por
el sendero, unos pasos delante
algo cambiaría su destino.
¿Ves lo que yo veo? ¡Se dijeron al
unísono!
Envuelta en harapos, llena de
carbonilla, sin más adorno que una Llave
como colgante. Una niña de mirada
profunda y cabellos color panocha
había sido abandonada.
Se crió salvaje, libre, llena de
vitalidad y la adoptaron como una hija
a pesar de los prejuicios de quienes
les rodeaban.
Pero todo no fue Paz en sus vidas.
Una noche en que la niña ya mujer,
paseaba con su amigo mono por
el sendero colindante a la casa, una
mano tapó su boca y entre el
Laberinto del maizal, fue violada sin piedad
hasta la tortura.
Su pequeño mico salió despavorido
gritando sin pararse hasta llegar a
la casita y el matrimonio al verlo
sólo, se les congeló el corazón.
Salieron despavoridos en busca de la
niña guiados por el mono, cada segundo
el Miedo era mayor, algo había ocurrido y debía ser grave.
Entre sollozos pedían clemencia a un
dios que nunca les abandonó,
al verla, se desplomaron de rodillas
y abrazaron su cuerpo
mancillado y malherido, solo pedían
no perderla y que se hiciese
justicia, cosa que nunca sucedió.
Nadie sabía nada, pero todos bajaban
la mira.
Estuvo meses debatiéndose entre la
vida y la muerte, pero su
corazón roto, era fuerte y
sobrevivió.
Hoy, sentada en su mecedora tras el
ventanal, con la mirada perdida
y ni un rictus en su cara, su madre
le peina el cabello con dulzura y
las mariposas que revolotean alrededor,
se posan en su cabeza
adornando, ensalzando su belleza y su
amigo inseparable subido a su
hombro, pasa las horas sin las
caricias habituales de otros tiempos.
Unas manos inertes sin movilidad
descansan en el regazo de su falda.
Se secó el campo de maíz, ellos solo
cultivaban en su huerto para no separarse
de ella y cuando los trabajadores
iban de retiro tras la
jornada, siempre la misma escena, el
mono tiembla y se coge al
cuello de la niña ¡Sólo le falta
hablar!
Entre ellos está el monstruo…
(Relato perteneciente a la propuesta
Que historia nos dejas se congela él corazón, la vida qué injusta se presenta en el camino.
ResponderEliminarMe gustó leerte ver la sensibilidad que emanan tus letr
Un abrazo.