ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

Participantes y textos de la convocatoria de octubre: "Mosaico"

Campirela/ Nuria de Espinosa/ Auroratris/ Gustab/
Susana/ María/ Marifelita/ Dulce/ Chema/ Lady_P/
Tracy/ Dafne SinedieGinebra Blonde.  

martes, 31 de enero de 2023

Días de juegos y Noches de música


(Autora: ©Auroratris)

Es curioso como el sonido de una caja de música te puede sumir en uno de los recuerdos más profundos de la mente. Nicolás apenas tenía dos años cuando cambió de ciudad y de casa, pero no de familia. Con ella viajó hacia el norte, tierras áridas y frías en las madrugadas. Su sueño se alimentaba de continúas pesadillas. El único consuelo era el sonido de una cajita de música que, Alicia, su hermana mayor, se empeñaba en poner en marcha una y otra vez hasta que el niño se calmaba y su respiración volvía a ser normal.
 
Ambos pasaban los días con la sola compañía de sus juguetes. El trabajo y las circunstancias les robaba el calor de sus padres. Eso hizo que creciera temeroso en aquella mansión llena de sonidos extraños. Había días, en los cuales, se podía escuchar el correr de unas canicas desperdigadas en la buhardilla, donde según sus padres, solo había polvo y tiempo. Nunca se atrevió a subir.
 
Una noche, en la cual, Alicia lloraba desconsolada porque su muñeca había aparecido destrozada en el fondo del armario de la limpieza, fue Nicolás, el que, con sus diminutas manos llenó de notas el aire de aquella vieja habitación. Alicia creció de repente tras este incidente, y Nicolás entendió que había llegado el momento de hacerlo también.
 
Ambos hermanos prometieron no volver a aquella casa en cuanto la vida les diera una oportunidad. Y se la dio. El compromiso, la motivación por un mundo más cómodo les hizo crecer y madurar a grandes zancadas.
 
Pero hoy, al entrar en aquella tienda de juguetes antiguos, la música le ha devuelto a aquella estancia y a sus olvidados miedos. Ahora reconoce qué era lo que le atemorizaba.
 

(Relato perteneciente a la propuesta de Variétés: “Juguetes”)

10 comentarios:

  1. Soy Cora que belleza la caja de música con este relato ...
    Que me da nostalgia es tan bonito.

    Besos y mi cariño para ambas

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    1. Las cajas de música siempre han conseguido evocar momentos de mi infancia... Donde todo era más fácil y más luminoso. Gracias, mi niña.

      Mil besitos con todo mi cariño y feliz noche ❤️

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  2. Una caja de música que suena a gloria y que trae recuerdos de toda una vida. Besotes …

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    1. Si lo has sentido así... Es porque tú también estabas, mi niña. Gracias infinitas.

      Mil besitos sonoros y mi cariño para ti ❤️

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  3. Ese final es muy bueno, porque sí regresan a ese mundo, el de la infancia solitos.

    Un abrazo ambas

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    1. Muchas gracias, Albada. Un honor que te haya gustado.

      Mil besitos sonoros y feliz finde ❤️

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  4. Como influye la etapa de la infancia...
    Lo has captado muy bien a través de ese final tan inesperado.

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    1. Es una de las etapas más importantes de la vida, en ella se construyen los cimientos de nuestro futuro. Muchas gracias, Tracy.

      Mil besitos que te lleguen y feliz finde ❤️

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  5. Mi querida, Gine. Con tantas palabras por decir y solo me cabe un GRACIAS de todo ❤️

    Mil besitos más que sientas con mi cariño ❤️

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    1. Soy yo la eterna agradecida, mi preciosa Ana... 🙏
      Un verdadero placer tu bellísima pluma; tu Ser...

      Bsoss y cariños enormes 💙

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin