(Autor: ©Dulce)
No fue fácil llegar a ese momento, había tenido que luchar
contra los prejuicios y las opiniones del resto, que si el amor, que si el
consentimiento, pero nadie reparaba en sus deseos. Muchas veces hasta sus
propios sentimientos tambalearon entre dudas, en ese proceso de entenderse. ¿Hacía
bien?, ¿hacía mal?, ¿era normal lo que le atraía y sentía?
Pero él fue despejando toda incertidumbre y dándole
respuestas, que terminaron por reafirmar su convicción. Eres la dueña de tu
vida y tus emociones, nunca lo olvides, le dijo.
No estaba equivocada, aquella era la forma en que se sentía
plena, qué importaba el juicio ajeno si cuando experimentaba el placer de esa
manera nada más existía. Solo ella y Él, que le abrió los ojos a un mundo nuevo
por explorar, sentir y vivir. Para bien y para mal.
“Eres el dueño de tu vida y tus emociones, nunca lo olvides.
Para bien y para mal” (El principito- Antoine de Saint Exupéry)
(Relato perteneciente a la propuesta: “No Fue Fácil”)
Cuando se ama nuca esta mal, a los ojos de los demás puede que si, pero al que ama y siente es su vida y su experiencia si es feliz lo demás puede esperar.
ResponderEliminarUn texto donde puedes interpretarlo a como el lector quiera , das plena libertad . Un beso Dulce.
Así es Campirela, amar es una elección propia y una experiencia personal para todos. Allí está la libertad también.
EliminarBesos dulces.
El amor crea confianza, la ceguera en la entrega. Precioso y tierno relato, mi querido Dulce. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos con mi cariño y muiy feliz día ♥
Y en esa confianza del sentimiento se sustenta todo lo demás. Vaya, no me libro de la ternura aún :) Gracias Mi Querida Auro.
EliminarBesos muy dulces.
Y para la Reina Libélula mis agradecimientos como siempre y dulces besos cariñosos. Disfruta de las vacaciones.
ResponderEliminarDulce semana.