ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

lunes, 28 de febrero de 2022

Algo Inesperado

 

(Autor: ©José Luis Asensi)

Hay aficiones que pueden suscitar desde cierta satisfacción a incredulidad o miedo como es el caso de aquella noche en la que ocurrió aquello tan extraño, hace bastantes años.
Desde hacía algún tiempo, un telescopio, una cámara, un temporizador, un trípode y algún elemento más, se habían convertido en nuevos compañeros de aventuras. La aventura de poder observar el firmamento y sacar fotografías de aquel inmenso espectáculo. Algo compatible también con la contemplación y admiración nocturna que la naturaleza producía en mí. Una sensación de bienestar y calma por la quietud y soledad que el entorno provocaba, conjugada con ese temor de estar a esas horas en mitad de la montaña.
Aquella noche era una noche despejada, con estrellas y las luces del valle brillando a lo lejos como luciérnagas. Nadie más alrededor.
Por otra parte no era la noche más adecuada pues alguna nube se interponía entre nosotros sin que ello fuera un obstáculo que me pudiera ocasionar decepción ni ningún otro tipo de molestia, al contrario, estaba en ese momento de encanto, poseído por aquel paisaje de sombras y figuras arbóreas y su contemplación, y por aquel aíre puro con perfumes de montaña y hierbas aromáticas.
¡Vaya! Aquella constelación es Casiopea, en forma de uve doble, aquella es la Osa Mayor, aquella es Andrómeda, aquella Sagitario...
Pero, para mi sorpresa, algo ocurrió. En una de aquellas nubes que flotaban en aquel cielo nocturno se encendió como una gran llamarada mientras las luces del valle se apagaban. Todo se ralentizó, se quedó quieto, un instante de vacilación se apoderó de mí. No sabía si quedarme quieto o salir corriendo de allí ante el asombro que algo tan extraño ocasionaba en mí.
Opté por quedarme allí, y como si no hubiera pasado nada, la luz de detrás de aquella nube se apagó y volvieron a brillar las del valle, tal vez con más intensidad.
Con resignación y alborozo y la contrariedad por no haber podido sacar ninguna fotografía aquella noche, pero la alegría de haber contemplado aquel fenómeno tan inusual, fui bajando como a cámara lenta de aquella montaña tan habitual para mí, camino de casa, con la reserva que era normal y la esperanza de poder volver a tener una experiencia de aquel tipo.
 

(Relato perteneciente a la propuesta: "Emociones")

“Admiración, alborozo, alegría, asombro, bienestar, calma, contrariedad, decepción, encanto, esperanza, incredulidad, miedo, molestia, quietud, resignación, satisfacción, soledad, sorpresa, temor, vacilación”

4 comentarios:

  1. Una experiencia que cuando le ocurre a uno le deja fuera de lugar, no sabe si es real o esta soñando. Aquella noche algo brillo, algo que no era de este mundo. Un buen relato. Besotes José

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  2. Qué bonito, J. Luis. Se siente ese silencio de la noche, esa compenetración con el infinito universo. Y luego, la sorpresa final que nos habla de misterio...
    Un abrazo

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  3. Es precioso tu relato.
    Muy bueno! Y nos sumerges en esta noche especial donde todo confluiye.
    Me ha encantado!
    Un abrazo.

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  4. Me ha gustado mucho leerte porque ya sabes que una de mis aficiones es la contemplación del firmamento y a la Luna como protagonista.
    He disfrutado mucho leyéndote.
    Un abrazo.

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin