(Autor: ©Chema)
No te preocupes por lo que la gente piensa,
no lo hacen muy a menudo (Dr. House)
Hay cínicos que resultan simpáticos. Sus ideas sobre la vida
las exponen con cierta ironía y gracejo, con lo cual, aunque no estés de
acuerdo, al menos te ríes e incluso piensas: “este tío es un crack”.
Así era un amigo de mi colegio, compañero de clase. Era muy
de ciencias, muy realista y poco amigo de ideas abstractas. Por eso no le
gustaba nada la asignatura de filosofía. Un sábado que estábamos merendando en
una cafetería, decía algo así como: “¡La filosofía no sirve para nada! Sólo
trata de demostrar cosas que son evidentes. ¿Para qué necesito demostrar que
esto es un salero? Mira, echa sal, ¿lo ves? Pues ya está” -dijo mostrando el
salero que había encima de la mesa.
Como digo, mi amigo era cínico pero tenía gracia. En cambio,
hay cínicos que no tienen maldita gracia. He conocido unos cuantos, pero os
hablaré de uno de ellos.
Hace como quince años, asistí a unos cursos en la Universidad
Autónoma, que formaban parte de una beca para recién titulados. La mayoría de
los cursos que elegí eran del ámbito de la psicología: técnicas de
comunicación, inteligencia emocional, habilidades de liderazgo... En esos
cursos, hice bastantes amigas chicas, para qué vamos a engañarnos. Me sentía
cómodo con ellas, y quizá ellas a mí me veían como un poco tímido y vulnerable,
así que congeniábamos bien.
Un día, un compañero del curso me dijo algo así como:
“¡Chema, siempre estás con chicas! Pero tienes que ser un poco más práctico.
Sólo las ves un rato durante el curso y luego te vas a casa. Yo sin estar tan
rodeado de chicas, ya estoy saliendo con una de ellas”.
Cada uno tiene sus pequeñas cosas que le hacen la vida más
agradable. Yo tengo buen recuerdo de esos cursos en los que me sentaba con mis
amigas, y de vez en cuando me tocaba hacer con ellas algún juego de rol
propuesto por el profesor. Quizá para ese machote no tenía valor algo así,
porque él nunca había tenido dificultad para relacionarse ni con chicas ni con
nadie. Pero para mí era un pequeño logro...
Desde entonces, he seguido y seguiré tratando de hacer
amistades con las chicas que voy conociendo, a mi manera. Y si ha de surgir
algo más, pues que surja. Cada persona es un mundo, y lo que a unos les
funciona, a ti no te tiene por qué funcionar. Por eso hay que ser uno mismo sin
hacer caso de lo que digan. Como decía el doctor House, “no te preocupes por lo
que la gente piensa, no lo hacen muy a menudo”.
Mi querido Chema , eres genial. Di que si cada persona tiene sus tácticas pero lo importante es que cada uno sea fiel a sus principios y su manera de ser. Y como bien dices si tiene algo que surgir surgirá y si no será porque no es para ti. Un fuerte abrazo y mil besicos .
ResponderEliminarMuy bueno ese chaval del colegio. Pues con las chicas, a que las amigas sean buenas compañeras y cómplices.
ResponderEliminarUn abrazo para ambos