(Autora: ©Tracy)
Imagen: Christian Schloe
Obra: "Reloj no marques las horas"
Parto de la frase del mágico ilustrador austríaco Schloe:
"Cualquier cosa puede suceder en un mundo que contiene tanta
belleza"
Y es verdad.
Puede suceder hasta detener el tiempo en aquellos momentos
que nos quedamos absortos sin hacer nada o haciendo mucho: ¡Detenerlo!
La percepción del tiempo varía con la edad, aunque el tiempo
sea el mismo, nosotros lo percibimos de distinta manera según en la etapa de la
vida en la que nos hallemos, acelerándolo o ralentizándolo, incluso a veces
puede llegar a no existir.
A mí me ocurre al contemplar algo que me atraiga sobre
manera, es entonces cuando sin pensarlo,
le echo un pulso a las manecillas del reloj y las dejo en suspenso.
No sé el tiempo que he pasado contemplando la ilustración
escogida por mí, entre las muchas que se me brindaban...
Pero el momento surgió...
Ese momento en el que me creí cabalgando el cielo en ese caballo
albinoide, que sin ser mi color preferido, tiene tanta belleza que enseguida lo imagino como el caballo de
mis sueños zaino castaño que se presta más a montarlo a horcajadas que a la
amazona.
Ya no existe el tiempo.
Sólo existimos él y yo surcando un espacio infinito.
Cabalgamos entre estrellas luminosas, algunas ya inexistentes
pero nos siguen enviando su luz y su energía.
Escojo las más pequeñas y las más bellas para adornar su piel
suave y sus crines plateadas.
Me dejo caer sobre su dorso elástico y flexible, me abrazo a
su cuello, apoyo mi rostro en el suyo, cierro los ojos y me dejo guiar en el juego
sorprendente de transitar la noche por lugares ignotos mientras volamos.
Cabalgamos primero a paso sereno recreándonos y disfrutando
el compás unísono de los latidos que emiten nuestros corazones... Luego, poco a
poco, emprendemos un trote pausado pero que se va haciendo ligero sin apenas
darnos cuenta para alzar el vuelo y
terminar galopando entre nubes somnolientas que se despiertan a nuestro paso y
envuelven a modo de cortejo nuestro abrazo sideral, que se hace posible en este
tiempo suspendido en el espacio etéreo y sublime que precede a la mágica
claridad del nuevo día.
Así de atemporal, mágico e infinito es nuestro abrazo, que se
hace posible al estar rodeado de belleza.
(Texto perteneciente a la propuesta: "Una Idea")
Reitero lo que te dije en el blog. Un texto mágico, que me hizo sentir algo inesperado, nuevo y maravilloso... Volar en un caballo, de verdad.
ResponderEliminarLa música es preciosa, así como la foto que ha elegido Ginebra.
Felicidades
Un abrazo grande :)
Muy lindo es un placer volverlo a leer y sentir de nuevo que la magia existe. Un placer siempre . Abrazos !!
ResponderEliminardejarse llevar... al tiempo nuestro
ResponderEliminar\m/ Tracy \m/... Abrazos
Lo leí en tu blog,y vuelvo a releerlo con el mismo placer...
ResponderEliminarPrecioso texto,magia,y sensibilidad!
Un besito.