ÉRASE UNA VEZ QUE SE ERA...
que la palabra dejó de ser tinta
para ser revoloteo
en la yema de los dedos...

Y las letras fueron hiedras;
frondosas lianas tocando el cielo.
Fueron primavera floreciendo;

... y apareciste tú...
tú,
que ahora nos lees...

Y se enredaron nuestros verbos,
nuestros puntos y comas,
se engarzaron nuestras manos
cincelando sentires y cantos.

Entre líneas surcamos
corazón al mando; timón
de este barco...

©Ginebra Blonde

martes, 1 de octubre de 2019

Galatea R5


(Autora: ©Yessy Kan)

Miró su reloj, marcaba diez minutos pasadas las seis. Por alguna razón su contacto no estaba puntual, «Qué extraño, debo andar con pies de plomo,» pensó al instante. Caminó hasta la otra esquina de la calle, pegándose a la pared. Allí vio la alta farola, con la luz brillando sobre un carro militar aparcado sobre el muelle.

El susurro de una voz conocida se coló entre la bruma:

- ¿Qué importantes noticias traerás hoy? - preguntó Nikoláii al aire, como si hablara para sí mismo, antes de dirigirse a Verushka. Ella miró el oscuro agujero del cañón ante ella, y se preguntó si ese sería su final.

«!Maldito B4!», pensó enfurecida, «¿Me habrá traicionado?». En esos momentos no existía para ella nada en el mundo excepto el cemento que se extendía bajo sus pies. Su rostro era una máscara sombría y furiosa.

- No hay nada tan inevitable como un error al que le ha llegado su momento. - dijo con serenidad.
- No te veo saliendo indemne de esta, Verushka. Creo que lo peor te espera. -
- !Después de haber estado con los austriacos, nada de lo que puedas hacerme me asusta! - espetó. Su diabólico encanto resplandeció, pues detrás de su hermoso rostro había un espíritu templado, y un corazón tan sombrío como el infierno.

La obligó a caminar hacia unas columnas, que formaban parte de la arquitectura del Hotel. Luego se quedó pensativo unos momentos, recordó cómo se amaron; cuánto odio descubrir que su amada, era una doble espía judía identificada como la Galatea R5.

- Verushka ... Verushka ..., No esperaba eso de ti. Era tan improbable... después de todo el amor que nos juramos.  - dijo, mientras dio la vuelta y le puso las manos en los hombros.
- Mi vida no es un cuento de hadas, Nikoláii.  En ella no existe un príncipe azul y finales felices. - dijo con firmeza. La respuesta de la arrogante bailarina había hecho trizas su orgullo.
- Eso me suena a desafío directo. Me temo que no me dejas otra salida. -

En ese instante cruzó el fogonazo de un disparo. La bala se clavó en la grava, entre las botas del nazi. El agente B4 hizo un segundo disparo, que solo pudo impactar el hombro. Ella logró arremeter con una devastadora patada que lo hizo soltar el arma de su mano. Enseguida, una cuchilla resplandeció y el filo pasó a dos centímetros de su hermoso rostro. Con un movimiento rápido, ella se lanzó al suelo y recogió el arma, la cual, detonó dos veces sin contemplación directo a su corazón.

Después de varios meses, en una lejana ciudad de Polonia, Verushka y sus dos danzarinas ejecutaban la radical coreografía del famoso Nijinsky, llamada, el baile de las mariposas. Entre los espectadores había otro general nazi que seguramente se rendirá ante  la belleza de su anatomía, y sus ojos azules e inquietos que parecían ver a  través de cualquier subterfugio.


Relato perteneciente a la propuesta: "Pisando Fuerte"



3 comentarios:

  1. Interesante historia de agentes secretos y bailarinas muy malas que destrozan la ilusión de quien las ama...
    Abrazos guapa me gusto mucho la puesta en escena.

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  2. Tan interesante que me resultó corta la historia.

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  3. !Gracias mil chic@s!
    Por sus visitas y lindos comentarios.
    Saluditos.

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Gracias por tu visita y tu compañía... ©Gin

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