(Autora: ©Yessy Kan)
Miró su reloj, marcaba diez minutos pasadas las seis. Por
alguna razón su contacto no estaba puntual, «Qué extraño, debo andar con pies
de plomo,» pensó al instante. Caminó hasta la otra esquina de la calle,
pegándose a la pared. Allí vio la alta farola, con la luz brillando sobre un
carro militar aparcado sobre el muelle.
El susurro de una voz conocida se coló entre la bruma:
- ¿Qué importantes noticias traerás hoy? - preguntó Nikoláii
al aire, como si hablara para sí mismo, antes de dirigirse a Verushka. Ella
miró el oscuro agujero del cañón ante ella, y se preguntó si ese sería su
final.
«!Maldito B4!», pensó enfurecida, «¿Me habrá traicionado?».
En esos momentos no existía para ella nada en el mundo excepto el cemento que
se extendía bajo sus pies. Su rostro era una máscara sombría y furiosa.
- No hay
nada tan inevitable como un error al que le ha llegado su momento. - dijo con
serenidad.
- No te veo
saliendo indemne de esta, Verushka. Creo que lo peor te espera. -
- !Después
de haber estado con los austriacos, nada de lo que puedas hacerme me asusta! -
espetó. Su diabólico encanto resplandeció, pues detrás de su hermoso rostro
había un espíritu templado, y un corazón tan sombrío como el infierno.
La obligó a caminar hacia unas columnas, que formaban parte
de la arquitectura del Hotel. Luego se quedó pensativo unos momentos, recordó
cómo se amaron; cuánto odio descubrir que su amada, era una doble espía judía
identificada como la Galatea R5.
- Verushka ... Verushka ..., No esperaba eso de ti. Era tan
improbable... después de todo el amor que nos juramos. - dijo, mientras dio la vuelta y le puso las
manos en los hombros.
- Mi vida no es un cuento de hadas, Nikoláii. En ella no existe un príncipe azul y finales
felices. - dijo con firmeza. La respuesta de la arrogante bailarina había hecho
trizas su orgullo.
- Eso me suena a desafío directo. Me temo que no me dejas
otra salida. -
En ese instante cruzó el fogonazo de un disparo. La bala se
clavó en la grava, entre las botas del nazi. El agente B4 hizo un segundo
disparo, que solo pudo impactar el hombro. Ella logró arremeter con una
devastadora patada que lo hizo soltar el arma de su mano. Enseguida, una
cuchilla resplandeció y el filo pasó a dos centímetros de su hermoso rostro.
Con un movimiento rápido, ella se lanzó al suelo y recogió el arma, la cual,
detonó dos veces sin contemplación directo a su corazón.
Después de varios meses, en una lejana ciudad de Polonia,
Verushka y sus dos danzarinas ejecutaban la radical coreografía del famoso
Nijinsky, llamada, el baile de las mariposas. Entre los espectadores había otro
general nazi que seguramente se rendirá ante la belleza de su anatomía, y sus ojos azules e
inquietos que parecían ver a través de
cualquier subterfugio.
Relato perteneciente a la propuesta: "Pisando Fuerte"
Interesante historia de agentes secretos y bailarinas muy malas que destrozan la ilusión de quien las ama...
ResponderEliminarAbrazos guapa me gusto mucho la puesta en escena.
Tan interesante que me resultó corta la historia.
ResponderEliminar!Gracias mil chic@s!
ResponderEliminarPor sus visitas y lindos comentarios.
Saluditos.